[G-15] ¡Fiesta!

La noche había caído, los nuevos reclutas; Aqua, Elisabeth y Eren ya habían sido alojados, Aqua y Elisabeth compartían habitación y Eren ocupaba la de Lucian el cual ya no era miembro de nuestra división.

La gente empezó a preparar las cosas, las jarras de ron, cerveza y otras bebidas empezaron a servirse, estamos de fiesta, nuevos nakamas y el ascenso de otros.

-¡Vamos a divertirnos! ¡Vamos a demostrarle a los piratas que nadie monta fiestas tan buenas como los del G-15!.- grite desde la parte más alta del barco.

Ya había bebido más de la cuenta y estaba algo ebrio.

El ambiente se encontraba muy animado, los marines se encontraban bebiendo y disfrutando de la ocasión.

Yo me encontraba recargado en uno de los costados del barco mirando a mis compañeros mientras le ponía fin a mi segunda jarra de ron. Un par de marines que se acercaron para felicitarme por mi ascenso, pero aún seguían dirigiéndose a mí como “chico” en lugar de sargento. Aquello no me molestaba, pues ni yo mismo me sentía aun como un sargento.

Tras unos momentos platicando con los marines decidí ir a buscar otra jarra de ron. Camine entre los marines (recibiendo unas cuantas palmadas en la espalda por parte de algunos). Al ya tener mi jarra llena de nuevo mire a mis alrededores tratando de ubicar a los nuevos, pero solo vi a Shikamaru disfrutando al igual que los demás.

Me quede parado en medio de la cubierta con la jarra en la mano *Espero que te valla bien amigo*. Comencé a beber el líquido de la jarra sin detenerme hasta dejarla vacía nuevamente.-Aun me siento sobrio jajajajaja.

Siempre he sido considerado una persona bastante seria gran parte del tiempo, pero existe algo que hace que mi comportamiento cambie súbitamente… el alcohol. Esa sustancia siempre ha ayudado a la parte más amistosa y amigable de mí ser a tomar el control de mi cuerpo y sumado a una baja resistencia  a estas bebidas… bueno ya se imaginaran el resto.

Me encontraba platicando gratamente con 2 marines mientras disfrutábamos  de una buena cerveza. Al notar que mi jarra estaba vacía me dirigí a rellenarla. Mi trayecto causo un par de risas a los marines más sobrios, pues me tambaleaba ligeramente y en más de una ocasión estuve a punto de perder el equilibrio y caerme. Al llegar al barril comencé a rellenar mi jarra y la verdad no me importo verme algo avaricioso al tomar 2 jarras más, llenarlas y llevármelas.

Al ver al Sargento mayor decidí hacerle algo de compañía. Me dirigí hacia donde se encontraba, derramando algo de la cerveza de las jarras, pero gran parte del líquido llego hasta el destino.
-Sar, sar… Shikamaru .-Me coloque aun lado de él y comencé a hablar con él, aunque mi tono de voz era el de un ebrio.-Como te encuentras amigo, te la pasas bien.-Comencé a tomarme una de las jarras mientras le extendía una Shikamaru .-Esta cosa es buena jeje.-Desde lo alto pude ver a Santiago.-Mira, es Santiago, hola Santi, que buen tipo, algo estúpido pero buen tipo, sabes que animaría más este lugar…-Nuevamente le di un trago a la cerveza.-Mujersuelas, ellas si saben cómo animar a un hombre , sabes que, vamos a buscar algunas, yo conozco un buen lugar el ciudad donde… espera, ya no estamos en la ciudad, yo quiero regresar con Tifany, Mery, Nicol, Karla… no espera Karla era una bruja.-El contenido de la primera jarra se había acabado por lo que la deje a un lado y continúe con la segunda.-Oye quieres ver un secreto, pero promete no decirle a nadie jaja.-Levante mi mano izquierda y convertí mi dedo índice una hoja de acero con filo, con la cual perfore la jarra haciendo que la cerveza se derramara.-Interesante ¿no?... ¿quien se bebió mi cerveza?

Una fiesta se llevaba a cabo en la cubierta del barco, todos se encontraban muy animados mientras bebían, mientras yo me encontraba parada en medio de un grupo de personas. Ellos ni se habían percato de mi presencia, pero aun así me sentía muy incómoda estando rodeada de tantas personas.

Onee-sama, ¿dónde estás?-Pensé mientras trataba de encontrarla, pero no lograba ver demasiado bien. Por accidente choque con un hombre al no mirar por donde caminaba.

-Que tenemos aquí.-Dijo arrastrando la lengua a causa del alcohol.

Las palabras no lograban formarse y en su lugar solo podía emitir unos balbuceos, lo cual le sacó una buena risa al hombre.-Ya se lo que quieres.-El hombre me extendió un jarra, la cual sujete.- Anda ve con tus amigos y bébetelo con ellos.-Después de decir eso me dio unas palmadas en la cabeza y se dio media vuelta para continuar platicando con sus amigos.

Me separé un poco de la multitud y suspire aliviada. Mire la tasa unos momentos, para luego darle un pequeño sorbo al líquido, era algo amargo pero no desagradable por lo que comencé a tomarme toda la bebida de una vez.

El ambiente era muy festivo, ya casi todos estaban borrachos, incluso el Sargento Mayor y el Sargento los cuales deberían dar ejemplo. Pero era gracioso verlos así.

Todos ya habían bebido más de 1 o 2 jarras de cerveza, yo por mi parte tenía 1 que me estaba durando toda la noche. No había mucha bebida donde elegir. Busque a Eli-chan, nos habíamos separado entre tanto alboroto. Me abrí paso entre la gente mientras miraba a ver si la encontraba.

-P-perdone "señuorita".- dijo un marine que estaba tan ebrio que apenas podía vocalizar bien -¿Me c-co-concede es-este baile?- .

-Jeje.- reí -Claro.- cogí su manos y empecemos a bailar un baile improvisado y algo torpe especialmente por su borrachera, pero aun así fue muy divertido.

Una vez terminemos seguí buscando a Elisabeth por la cubierta.

Eren y Santiago también estaban muy animados, reíamos, bebíamos ... Si algún alto oficial llegase a vernos nos echaría una buena bronca ja, ja ...

Eren me balbuceó que me iba a enseñar una cosa pero que era un secreto a lo que asentí y acerque mi sonrojada cara, por el alcohol, a el para ver que tenía que enseñar. Su dedo de repente se transformo en una hoja de metal, como la de una espada. Me quede mirándola fijamente, me salto el hipo ... ¿Estaba alucinando? ¿había bebido demasiado? -¡Ah! ¡No ponía nada en tu expediente!.- grite cuando me di cuenta de lo que pasaba, la borrachera se me fue por un momento. Agarre a eren del cuello echándole un brazo por encima y acercando su cara a la mía -Esto ... Eren no se si estoy borracho o lo que he visto es real pero ... ¿Eres un usuario? *Hipo* - mire a todas las direcciones, que pasaba si realmente era un usuario ... La marina tiene a los usuarios muy controlados por su poder militar latente.

Comenzaba a sentirme un poco mareado, no sabía si era por estar bastante tiempo rodeado de tantas personas que olían bastante a alcohol, o tal vez podía ser las 6 jarras ya ingeridas por mi parte. Me despale entre la personas moviéndolas ligeramente hasta llegar a una parte un poco aislada.

-¿Cómo es que uno se da cuenta si ya está ebrio?-Di una gran bocanada de aire fresco.-Bueno… me siento bastante normal… que decepción yo quería estar un poco…-Me percate de la presencia de Elisabeth unos cuantos metros de donde me encontraba.

*Jejeje, creo que ella debería beber de esa manera.* Camine en dirección a ella mientras gritaba su nombre y saludaba ligeramente.

-Hola Elisabeth, ¿Disfrutas del ambiente?-Me coloque a un lado de ella.-Sabes, normalmente no estaría de acuerdo en que una menor de edad beba, pero en este momento solo veo marines, nada más.

-Cla, claro,si, si, yo soy un hombre de...filo.-Levante mi brazo derecho a la altura de nuestros rostros y lo convertí la parte inferior en un metal afilado.-Pero no quería decirle a ninguno de, de ellos jaja-Torpemente coloque mi palma izquierda en una de sus mejilla para palmearla ligeramente.-Pero tu, tu mi amigo pareces ser alguien diferente, de echo me agradas, pareces un gran líder y quiero que sepas que me tienes a tu disposición jajajajaja.-Repentinamente las piernas me fallaron y termine el suelo.-Hey, hermano nunca cambies tu forma de ser y mi lealtad por ti no cambiara jajaja.-Me quede unos momentos recostado en suelo mirando el cielo.-¡Alguien tráigame otra cerveza!.

Exhalé gratamente al acabar con la bebida. Ahora me sentía un poco extraña y yo no podía verlo, pero mi rostro  se encontraba un poco roja. Una voz familiar llamo mi atención y comencé a buscar a la persona que me llamaba. Se trataba de Santiago-san; se acercó a mí saludando.
-U un p poco, no no disfruto mucho de estar rodeada de de tantas p personas.-Conteste a su pregunta, pero cuando menciono lo de la bebida baje un poco la mirada.-Gra gracias.-Dije bajamente.

Era raro, pues el sargento tenía un aroma bastante fuerte a alcohol, pero no parecía estar ebrio o al menos lo disimulaba bastante bien.

Qué raro, ahora mismo estaba hablando, bueno tartamudeaba, pero era capaz de dirigirme hacia el sargento, tal vez era la cerveza la que me daba “valor” por así decirlo y bueno tenía que aprovechar esto.

-Sargento, po podría pedirle u un favor.-Trague un poco de  saliva.-Ve vera, me me gustaría que aprender a formar esa cosas azul que utilizo en el bar.-trate de mantener la mirada fija para que viera que en verdad quería aprender esa técnica, pero al final desvié apenada.-S si no puede enseñarme yo comprenderé

No encontré a Elisabeth, el barco no era muy grande y no había mucha gente pero había mucho movimiento lo que dificultaba mi búsqueda. Finalmente opte por dejar de buscarla, a si se vería obligada a socializar más con los demás y aunque a primera vista sonase cruel creo que le iría bien.

Entre al interior del barco y me dirigí al camarote que compartía con Elisabeth. Me senté en el pequeño escritorio que había y saque un par de objetos de navegación y un mapa del East Blue. Ahora yo era la navegante del barco y en cierto modo la vida de todos dependía de mi, era mucha presión y no quiero fastidiarlo.

-Es bueno que no haya bebido casi nada.- estire los brazos y después me centre en hacer un trazo de la ruta a seguir.

Dijo que era un hombre filo y que no había informado sobre eso así que por eso no ponía nada en su expediente. En parte era algo bueno que fuese tan precavido con su poder. Después dijo que yo era diferente y que podía confiar en mi y cosas sobre la lealtad a la que a decir verdad no preste mucha atención debido a la borrachera y al shock de saber que era un usuario.

-¡Jaja! Todas estas cosas tan bonitas te recomiendo que las guardes para mañana porque seguramente mañana no recuerde nada debido a esta cogorza ¡Jaja!.- reí, por un momento lo de que fuese un usuario no me importo casi nada. Me levante y le pase la mano por la cabeza, me subí a una mesa que habíamos puesto para poner la bebida no sin algo de dificulta. -¡Atended!.- mi voz sonaba un poco rara y la mayoría estaban tan borrachos que ni se daban cuenta. -¡A partir de hoy pongo una nueva norma en la división! ¡Haremos fiestas todas las noches! ... No espera, esa no era.- me pase la mano por toda la cara para despejarme un poco y continué -Ah si ya, ¡No informaremos al cuartel general ni a ningún oficial fuera de esta división sobre los usuarios de akuma no mi! ¿Entendi...? ¡Ah!.- me caí de la mesa golpeandome la cabeza contra el suelo. -Argh, mierda como duele.- me levante del suelo y le pedí a un marine que aun no estaba muy borracho que me acompañase a mi camarote a dormir la mona.

Elisabeth tenía el rostro ligeramente enrojecido.

-Quien lo diría, puedes hablar, y además tienes una linda voz jaja.-En esto momentos solo quería molestarla un poco.- ¿Hum?, hablas de mi surappu joō.- Por unos momentos mire hacia el mar.-Si, creo que puedo enseñarte a hacerlo, pero dependerá mucho de ti el potencial de esta- Mi mano derecha se cubrió por el aura azul. Voltee a mirarla, para luego colocar mino de su cabeza para acariciarla.-Asegúrate de superarme.-El aura azul comenzó a desaparecer de mi mano y se introdujo en su cuerpo. Esto no era necesario para que pudiera crearla, pero ahorraría muchas sesiones de entrenamiento.-Pero entrenaremos en otra ocasión, hoy no lugar para cerlo, además de que tengo un poco de sueño.

La voz del sargento mayor me hizo voltear para verle parado en una mesa  mientras mencionaba el mantener el conocimiento de los usuarios de akuma no mi solo entre el G-15.
De cierta manera eso me alegro, pues se evitaría que más personas de nuestra división fuera re-colocadas en otras partes.

-Bueno creo que es hora de que retire a mi cuarto… Si quieres puedo acompañarte al tuyo y en el camino explicarte un poco de cómo crear el surappu joō para que practiques un poco.

Ya estando en mi habitación lo primero que hice fue quitarme las botas, para luego recostarme en la cama mirando el techo. Permanecí así durante unos momentos hasta que desvié mi mirada hacia una silla a lado de la cama en la cual había colocado la pistola. Tome el arma y la mire por unos momentos. *Necesitare conseguir munición si quiero utilizarla.*

A los pocos minutos me quede dormido.

OFF:

Las voces comenzaban dejar de tomar sentido en mi cabeza y cada vez sentía mas pesado mi cuerpo.

-Diablos, nunca me había dado cuenta de lo como que es el suelo de este barco-Pensé mientras trataba de encontrar una mejor posición.

Unos cuantos instantes mas tarde había perdido el conocimiento y en algunas ocasiones me llegaba a despertar al ser pisado o pateado por algunos marines, pero me volvía a quedar dormido después de unos momentos.

-Linda, él piensa que soy linda.-Mi rostro se colocó a un más rojo de lo que ya estaba.-Por por favor no diga c cosas así.-Dije un poco molesta, pero no pude evitar sentirme alegre al escuchar que me enseñaría a crear esa cosa azul.

Al ver su mano cubierta por el aura azul acercarse a mí cerré mis ojos. Podía sentir como mi cabello estaba siendo removido, pero unos momentos sentí algo distinto, no sabría cómo describirlo pues jamás había experimentado algo cercano, aquello se esparcía por todo mí ser… y era cálido.

Al abrir mis ojos de nuevo puede ver que Santiago-san miraba algo, por lo que mire en la misma dirección solo para ver Shikamaru-san arriba de una mesa hablando sobre los usuarios de akuma no mi. –Es bueno saberlo.

Santiago-san se ofreció a acompañarme a mi cuarto. Caminé a su lado aunque un poco separada de él.

En el trayecto comenzó a explicarme ligeramente cómo funcionaba el Surappu joō entre otras cosas, también me explicó un pequeño ejercicio que podía realizar cómodamente en mi cuarto y menciono que al haber llevado una vida de entrenamiento probablemente lo dominaría más rápido que él.

Cuando nos encontrábamos en la puerta del cuarto me despedí del sargento y este continuo con su camino mientras movía su mano sin voltear. Llame a la puerta para luego entrar al cuarto.

-Onee-sama, no sabía que estabas aquí.-Dije mientras caminaba hacia ella para luego abrazarla ligeramente por la espalda colocando mis brazos por debajo de su cuello.-No te vi por ningún lugar en la cubierta.-Al notar que se encontraba dibujando deje de abrazarla para evitar molestarla y me dirigí a sentarme en mi cama para no distraerla. Durante unos momentos solo permanecí sentada en silencio hasta que recordé el ejercicio de Santiago-san.

Coloque mis manos cerca una de la otra pero sin que se tocaran, cerré mis ojos y comencé a concentrarme. Ahora que lo pensaba esto era parecido a la manera en que un maestro se preparaba antes de proceder a romper una pila de concreto. Continúe con el ejercicio hasta quedarme dormida pues cada vez que sentía que lo estaba logrando me emocionaba y esta desaparecía.

OFF-ROL:

Abrí los ojos, estaba mareado y tenía un fuerte dolor de cabeza, parecía que me fuese a estallar y a esparcir mis sesos por las paredes, el suelo, el escritorio ... Me senté en la cama con dificultad y hundí mi cabeza en mis manos.

-Argh ... Nunca ... Nunca más voy a beber.- gruñí en voz baja, después me deje caer de espaldas nuevamente en la cama. -Uff, creo que este dolor significa que hoy toca limpieza a fondo del barco jé ...- al reírme me dolió más la cabeza y empecé a apretarla con las manos.

Me levante aun tambaleándome, me agarre bien el pelo en la cola y tras echarme un poco de agua en la cara para despejarme me encamine a la cubierta.

La luz del sol me cegó unos segundos, cuando me acostumbre a la luz vi que había reclutas durmiendo en el suelo aun sin soltar la jarra, la cubierta esta que da asco.

Me agache y me senté apoyando la espalda contra una pared. - *bostezo* ... Supongo que dormiré un poco más hasta que alguien se despierte.- me acomode como pude y inmediatamente me quede dormido.

La mañana acababa de llegar y apenas si me sentía un poco mareado y con el estomago revuelto.-Mejor voy a tomar algo de aire fresco.-Dije mientras pasaba mis manos sobre mi rostro. Me levante de la cama y me coloque las botas para luego levantarme por completo de la cama.-Tengo ganas de vomitar.

Tome la pistola de la silla y salí del cuarto. Mientras caminaba en dirección a la cubierta me dieron ganas de jugar con el arma, por lo que comencé a avanzar pegado a las paredes con el arma sujetada con ambas manos como si de un espía me tratara, fingí disparar y esquivar enemigos imaginaros hasta llegar a la cubierta.

Al salir del pasillo el sol me deslumbro y cuando mis ojos se acostumbraron a la luz no puede evitar soltar una pequeña risa al ver a unos marines durmiendo plácidamente.

-Si en este momento hubiera un ataque...-Comencé a camines entre ellos pateándolos ligeramente  para despertarlos.-La fiesta termino, ahora levántense y actúen como marines.-Dije seriamente para aquellos que habían reaccionado a mis patadas. Puede escuchar como algunos maldecían mi nombre, pero no tenían otra opción mas que obedecer.-Despierten al resto de los hombres y si estos no responden traigan baldes con agua fresca y viertan un poco en sus rostros.-Los hombres siguieron mis indicaciones al pie de la letra, primero trataban de levantar a sus compañeros por las buenas, pero si esto no presentaba signos de querer levantarse resabian una pequeña cantidad de agua en el rostro que los obligaba a despertar.

Mientras caminaba entre mas cuerpos me tope con una pequeña bolsa, la levante y al quitar el cordel que la ataba me encontré con unas cuantas balas, tal vez era propiedad de algún artillero descuidado. Amarre la bolsa de nuevo y comencé a arrojarla ligeramente en el aire para luego atraparla y así sucesivamente.

Logre ver al sargento mayor sentado. Me dirigí hacia donde se encontraba y me que de pie enfrente de él, parecencia dormido.-Sargento mayor, si no quiere le laven el rostro le recomiendo que despierte.-Dije tratando de despertarlo.

Lentamente abrí mis ojos y para ser sincero no recordaba nada de lo que había pasado. Difícilmente me senté en suelo.

-Que diablos hago en la cubierta del barco... mi cabeza esta matándome.-Me lleve ambas manos a la cabeza para hacer presión en ella tratando de disminuir el dolor de la resaca.-Maldición... esto no es bueno, ni siquiera recuerdo que hice ayer.-Difícilmente me coloque de pie, pero unas inaguantables ganas de vomitar aparecieron, rápidamente corrí hacia uno de los costados del barco y comencé a vomitar hasta sentirme un poco mejor.

-Demonios, me gustaría decir que esta será la ultima vez que bebo, pero estaría mintiendo... me pregunto si me darán el día libre...

Un marine con una cubeta de agua se acercó un poco a donde estaba y mojo el rostro otro que se encontraba dormido en el suelo.-¡Hey!-Le grite para que me prestara atención.- Préstame esa cubeta un momento.-El marine se acerco y dejó la cubeta enfrente. Metí mis manos al cubo y saque un poco de agua para poder enjugar mi boca y también limpiarme el rosto.-Te lo agradezco.

La voz de Santiago hizo que me despertase aunque suavemente, apenas la había escuchado y abrí ligeramente el ojo derecho.

-¿Em? ... Buenos días Santi.- dije casi bostezando, me levante apoyandome en la pared y después estire los brazos.

Mire un poco alrededor y vi como los reclutas despiertos levantaban al resto y en el peor de los casos les tiraban agua, con esto ultimo casi les da un ataque a más de uno del susto.

-Voy a desayunar, Santi ¿Vienes?.- le pregunte, no espere a que contestara, fui directamente a la cocina.

Entré en ella y ya estaba el cocinero haciendo algo de comer para todos, el no parecía tener mucha resaca y ahora le envidiaba. Me senté en la mesa y espere a que trajese algo de comer.

-Bueno yo…-Lo vi dirigirse hacia lo cocina-…Si, tengo hambre.-Dije para mí mismo, para luego caminar detrás de él hasta llegar a la cocina. Me senté enfrente de Shikamaru mientras esperaba que la comida llegara.

-Ellas 2 continúan dormidas ¿no?-Dije tratando de iniciar una pequeña plática, pero en ese momento llego la comida. Se trataba de una especie de sopa con carne, unos cuantos huevos duros flotando y vegetales predominado más los vegetales. *Creo que esto ayudara a algunos marines con su resaca*.Pensé al momento que con la cuchara tomaba un poco y me lo llevaba a la boca.

-Genial, está muy buena, la sopa tiene un sabor picante que te hace disfrutarlo.-Supongo que esto solo sería tomado en cuenta si no te encontrabas muy mal, de lo contrario posiblemente ni le prestarías atención a los sabores y solo agradecerías el aporte de líquidos extra.

Me encontraba aun recargado sobre el barandal del barco aun con nauseas.-En que momento...-Las nauseas regresaron pero esta vez evite vomitar.-Será mejor que busque algo para ayudarme a bajar esta cosa.

Difícilmente caminé hacia la cocina para pedir algo. Al llegar al cuarto vi al Sargento y al Sargento mayor sentados en una mesa y con unos platos enfrente de ellos. Me dirigí hacia ellos lenta y pesadamente.-Hola...-Me senté a un lado de Shikamaru y recosté mi cabeza en la mesa mientras esperaba que me trajeran un plato también para luego tratar de comer algo aunque sin mucho éxito.

La mañana había llegado y yo me había quedado dormida. Esto lo supe al momento de darme cuenta que Aqua-neesan no se encontraba en la habitación y su cama se encontraba arreglada y ordenada. Un poco preocupada me levente de la cama y me apresure a arreglarme.

Al salir de la habitación no estaba muy segura de a donde debería ir y tras unos momentos reflexionándolo decidí encaminarme a la cocina con la esperanza de encontrar a onee-sama desayunando.

Cuando llegue a la cocina solo vi a Shikamaru, Santiago y Eren comiendo lo que parecía ser una sopa. Me acerque a ellos y realice el saludo militar para luego sentarme a lado de Santiago.
Escribí una pequeña nota y se entregue a Santigo.

Podría leerlo en voz alta sargento.
Buenos días a todos, ¿Por casualidad no han visto a Aqua-neesan?

Nos sirvieron la comida rapidamente, se agradecía comer algo aunque intente comer con calma y comer solo trozos pequeños ya que no quería empezar a vomitar.

No paso mucho tiempo hasta que Eren apareció y se unió al desayuno, el se encontraba incluso peor que yo "Pobre" pensé aunque en el fondo me alegraba no ser el único en un estado similar.

Poco después apareció Elisabeth, y le entrego una nota a Santiago que leyó en voz alta, preguntaba si habíamos visto a Aqua.

-¿No esta durmiendo? No, no creo, no bebió mucho, ademas dejo la fiesta temprano.- dije con un poco de angustia -No puede estar muy lejos, el barco no es tan grande como para que se pierda, a lo mejor esta dándose un baño.- sugerí.

Seguí comiendo.

Off-ROL:

-Buenos días cariño.-Dije burlonamente. Ella se colocó a un lado mío y comenzó a escribir algo para luego dármelo *¿De nuevo muda?* Tras leer la nota a todos continúe alimentándome tranquilamente hasta que Shikamaru sugirió que tal vez se encontraba tomando un baño. Eso llevo una imagen de ella a mi mente, causando que me tosiera por haberme ahogado ligeramente.

*¡Pero que!...*Golpeé ligeramente mi frente con mi mano izquierda para evitar terminar con ese penamiento.

-Ta tal vez se encuentra navegando.-Dije para no tener que hablar sobre baños.

No había logrado avanzar mucho en cuanto al alimento, lo aleje un poco de mí y recosté mi cabeza.
Puede escuchar atentamente la plica del resto.

-Creo... que vi a Aqua en el timón, pero no estoy muy seguro, puede que la confundiera con un hombre grande y robusto, jejeje.- No me mentía, en verdad estaba seguro de haberla visto en el timón del barco pues sino quien manejaría esta cosa.-Saben, alguien debería llevarle algo de comer, si yo fuera ella estaría hambrienta.

Levante nuevamente la cabeza para tratar de continuar comiendo, era una rara mezcla de asco y hambre... lo detestaba.

El cocinero coloco un plato delante de mí, por lo que tome una cuchara probé la comida. Tenía un buen sabor por lo que sin percatarme comencé a comerlo sin detenerme y casi había terminado de comérmelo cuando los sonidos del Sargento tosiendo me distrajeron.-¿Pero qué le pasa?.

¿Debería ir a buscarla?, sí, pero primero terminare de comer.

Aun no me sentía muy segura como para hablar con los chicos, pero ya no me sentía incomoda estando con ellos y eso me hacía feliz, pero me gustaría poder ser capaz de hablar con ellos directamente ya.

Continúe comiendo, aunque esta vez de una manera más calmada y al acabar escribí una nota nueva

Gracias.

Me levante de mi asiento y fui a tomar otro plato de comida con intención de llevárselo a Aqua.