[Libre] Tormenta Oscura

La noche cubría la ciudad, y una feroz tormenta dejaba caer su furia en el cielo nocturno, pero ni la inconmensurable fuerza de los truenos se comparaba al revuelo y dolor que albergaba el corazón de cierto hombre. En la azotea de uno de los rascacielos más altos de la ciudad se encontraba esta persona, impasible ante la fuerte lluvia que golpeaba su cuerpo, mirando al vacío perdidamente. Su vestimenta era de un color oscuro de pies a cabeza, cubierto por una capucha y su rostro oculto bajo una mascara en espiral que dejaba ver únicamente su ojo derecho.

Una fuerte tormenta azotaba el Reino de Briss, la lluvia caía con ferocidad y de vez en cuando unos rayos amenazaban la seguridad de las personas y las casas.

Iba cubierto por mi capucha para no mojarme demasiado, mientras me dirigía a la taberna más cercana para descansar.

Encontré una y entre, no había mucha gente, seguramente debido al temporal y que la gente prefería no salir.

-¿Qué le sirvo forastero?.- me pregunto el tabernero.

-Un vaso de agua y lo que tenga para comer.- le respondí quitandome la capucha y sentandome en un taburete de la barra.

Caminaba sin rumbo fijo en la oscuridad, sin saber a donde ir ni por donde empezar. En mi camino me tope con una pequeña taberna, cuando entre era tal y como me lo esperaba, no era la típica taberna donde los sucios bucaneros se reunían, estaba limpia, y parecía tranquila.

Eche un rápido vistazo, casi todo el mundo parecía normal excepto un muchacho de pelo oscuro. Me acerque a la barra y me senté en el taburete de al lado.

-Bonita espada.- fue lo único que dije.

El tabernero no tardo mucho en traerme lo que le había pedido. Apenas empecé a comer un tipo que se sentó en el taburete de al lado me dijo que tenía una bonita espada. No le hice mucho caso y me bebí el vaso de agua de un solo trago.

Mire un poco de reojo pero no logre distinguir su rostro pues estaba cubierto por una capucha.

Aquél tipo no me daba buena espina. Termine de comer y pague la cuenta, me levante y salí de la taberna. Al abrir la puerta observe que ya había dejado de llover.

El chico no contesto, se limito a acabar con su comida, a pagar ya marcharse.

Una vez salio por la puerta me levante yo también y le seguí, abrí la puerta. Ya había dejado de llover, empecé a caminar a una prudente distancia del chico de la katana.

No había nadie en la calle a esas altas horas de la noche, solo algún borracho y poco más. Sabía que podría darse cuenta de que le seguía con tan poco transito.

Finalmente opté por subirme a algún tejado y seguirle desde las alturas, ibas saltando de un tejado a otro sin mucha complicación.

-Sera mejor dejarse de juegos, vamos a comenzar.- salté de un edificio bajo y salte hacía el suelo. Estaba tan cerca que era casi imposible que el chico no se diese cuenta de que estaba allí.

Desde que salí pude notar una presencia, sin duda alguien me seguía pero ¿Quién?. Una parte de mi no podía dejar de pensar del tipo del bar, ¿sería el?.

Me metí por un callejón estrecho y desenfunde mi katana.

-¿Quién anda hay? Da la cara cobarde.- grite.

El espadachín pareció darse cuenta de mi presencia, tal y como había sospechado, se metió en un estrecho callejón y allí me grito que diese la cara.

-Ja ja ja ... Eres bueno.- mi voz sonó de la oscuridad, aun sin mostrarme. -¿Cómo te llamas joven? Yo soy Tetsu.- estaba a sus espaldas con la mano alzada a modo de saludo.

Tal y como sospechaba el enigmático tipo de la taberna estaba detrás de esto, estaba detrás de mi, me gire para verle pero su rostro estaba cubierto por una mascara en espiral con una única abertura en un ojo. Me dijo su nombre, Tetsu y me pregunto el mío.

-Eres osado al asaltarme de esta manera.- saque mi katana de la vaina sin llegar a contestar a su pregunta. -Mas vale que tengas una buena explicación o te cortare en pedazos.- amenace volteando mi espada que brilla con un blanco resplandor por la luna.