[LIBRE] Entrando en la Marina

El cielo estaba totalmente despejado y el sol se afanaba en desplegar su calor sobre la ciudad. Shikamaru apenas acababa de poner un pie en aquella isla y ya podía observar que era tal y como había imaginado: Una base de la marina en el centro de la isla y una pequeña ciudad a su alrededor que apenas se percibía bulliciosa.

Mientras caminaba sorteaba a todo tipo de personas variopintas, desde carpinteros a pescadores que atendían sus labores sin prestar atención a lo que ocurría a su alrededor, al parecer jovenes marines desembarcaban a menudo por aqui.

Shikamaru paseaba la vista por los diferentes barcos y barcazas que habían amarrados al muelle, en su mayoría pequeñas naos mercantes o barcos de pescadores. Al fin y al cabo no era más que una pequeña ciudad que vivía del mar. Una tranquila y pequeña ciudad cuya paz dependía de jóvenes marines como el. A pesar de la desgana de Shikamaru sentía que no podía fallar, debía ayudar a todas las personas y luchar contra los temidos piratas.

¿Cómo había llegado allí? Quién sabe. Había oído a los piratas de la tripulación (que me llevaban en su barco sin saberlo), decir que era una de las islas iniciales para todo pirata y que no entendían qué quería hacer su capitán allí ya que ellos eran más "expertos".
Nunca sé a lo que se refieren. A veces me encantaría salir de mi escondite y preguntarles de todo pero seguramente y debido a mi timidez y el nerviosismo que me da siempre que intento hablar sería imposible. Probablemente no sería capaz de decir ni una palabra y ellos seguramente me echarían del barco. No quiero dejar a Tora ahí... Y hasta que no encuentre una isla decente donde esconderla de miradas peligrosas que quieran cazarla o por simple miedo... me niego a dejarla sola junto a esos bárbaros. Ya la habían torturado lo suficiente.

Le susurré a la enorme tigresa que iría a explorar la isla y a conseguir algo de provisiones para ella, a lo que la bestia me asintió con un pequeño gruñido y salí con cuidado a la cubierta. Sigilosamente conseguí salir del barco y bajar a tierra firme. Tenía tan sólo un día para explorar la isla. La verdad era que me hacía ilusión descubrir lugares nuevos y aquél sitio parecía bastante agradable con tantos lugareños paseando. La mayoría parecían pescadores honrados y trabajadores.
Me pregunto cómo sería tener una vida tranquila y sin problemas graves...
Creo que eran marines los que rondaban por allí o al menos así me pareció que los nombraban algunos. Capturaban piratas, pero todos parecían bastante jóvenes y algunos incluso inexpertos.
Me pareció curioso que hubiera tantos marines. ¿Acaso allí estaba una de esas sedes importantes? La verdad era que no tenía ni la más remota idea. Yo no sé mucho de piratas ni marines... Pero la relación seguro que no era buena entre ellos.

Caminé por las calles sin rumbo alguno, observando todo a mi alrededor. Me di cuenta de que mi piel estaba bastante pálida, no me había rozado el sol por bastante tiempo pero pensé que eso no sería importante, así que continué mirando un enorme edificio que se alzaba más adelante de mi. ¿Qué sería?

Los reclutas nos empecemos a poner todos en fila para que pasasen listas de los presentes. Mientras esperábamos al que seria nuestro máximo superior y encargado de la base de Shellstown eche otro vistazo al puerto y vi algo que, sin duda, llamo mi atención. Un enorme tigre de color blanco y a su lado una joven de pelo rosa. "Que mascota más rara tiene esa chica, ¿Es legal?" pensé. Pero deje de darle importancia al ver que el resto de reclutas se ponían firmes, era el capitán de la base.

Nos dio una buena charla que se me hizo eterna, leyó nuestros expedientes, y nos hablo sobre nuestras obligaciones de proteger al ciudadano de los piratas y bla, bla, bla ... ¡Qué aburrido! . Por fin acabo de hablar y mando a algunos reclutas a la base y a un pequeño grupo de 10 o 12 a dar una vuelta por la ciudad para que nos familiarizáramos con ella y ya de paso a patrullar, al parecer estan cortos de personal, por mi parte no me importo, así podría darme un agradable paseo y todo indicaba a que no iba a suceder absolutamente nada de nada.

OFF-ROL:

Me di cuenta entonces que Tora, mi enorme tigresa albina, me había seguido durante todo el trayecto, y suspiré. Supongo que le gustaba mi compañía o quería devolverme el favor de quitarle las cadenas. No me molestaba en absoluto su compañía, al contrario, la disfrutaba y me proporcionaba seguridad, por lo que continué caminando con naturalidad, protegida por mi enorme y fiel amiga.
Vi que unos chicos se ponían en filas y escuchaban a un hombre más mayor darle órdenes, no les presté mucha atención pues supuse que no serían nada importante.
Algunos habitantes de por allí observaban a Tora de diferentes maneras. Algunos con curiosidad, otros con temor, y unos tantos con indiferencia o desconfianza.
Con tal de que ninguno se acercara a nosotras con malas intenciones no me importaba, que la admiraran lo que quisieran.

Off-rol:

Acabábamos de llegar a Shellstown en un buque de la marina. Todo iba a comenzar ahora, ya era un marine y tendría que proteger a los demás pero con esfuerzo llegaría a cumplir mi sueño ... ¡Ser Almirante! .

Después de una revisión nos separaron en 2 grupos, uno de ellos con pocos aprendices irian a patrullar y a conocer la isla, el otro iria a la base. A mi me toco ir a patrullar.

Vi a un muchacho, de mayor edad que yo, le había visto en el buque en un par de ocasiones aunque no me había presentado, ahora lo iba a hacer, me acerque a el y por el rabillo del ojo vi un trigre ... guau ¿Un tigre? ¡Que pasada!.

"Ya me presentare luego" pensé mientras me dirigía al gatito.


Estaba alucinando, un tigre blanco, que guapada.

-Me llamo Yoh, soy uno de los nuevos marines de la isla. me presente, con una enorme sonrisa en la cara, a la que parecia ser la dueña. -Tu tigre mola mucho, ¿Me lo vendes?

Off Rol:

El ambiente en la mesa de ese bar estaba tenso, se sentía el peso de las miradas nerviosas entre los hombres que estaban allí, se podía ver las gotas de sudor producto de los nervios bajando por sus frentes pero aun así buscaban un punto débil entre sus miradas. Sobre la mesa habían 3 jarras de cerveza a la mitad y dos totalmente acabadas aun con el remanente de espuma, también habían una pequeña montaña de dinero y justo al lado de eso un naipe de cartas. Se podía cortar la tensión del ambiente con un cuchillo, bueno con la excepción de un lado de la mesa donde se encontraba una chica de baja estatura cabello verde y una gran pero picara sonrisa dibujada en su rostro. No se escuchaba nada que proviniera de esa mesa, hasta que la joven agarro su tercera jarra de cerveza hasta acabársela. En ese momento los tres hombres dejaron las cartas que tenían en sus manos sobre la mesa uno tras otros.

- Jajaja muy bien caballeros esto se acabo - y puse mis cartas sobre la mesa sin revelar de que se trataban y tome el dinero que estaba sobre la mesa para ponerla en un viejo saco. - Bueno ha sido un placer jugar con ustedes pero tengo que irme - dije con una gran sonrisa mientras me encaminaba directo a la salida de esa taberna. - Un momento niña!! - dijo uno de los hombres mientras se levantaba de su silla y tomaba las cartas que deje sobre la mesa, yo me pare en seco sin volver a verlos. - Esta maldita estaba haciendo trampa, estos son los jokers. ¡Nos hizo trampa, nos robo nuestro dinero! - Para mi esa era la señal de correr como alma que lleva el diablo. La verdad es que no tenia dinero para mis gastos ya que había tenido que salir con prisa donde vivía pero siempre había sido fácil a tipos borrachos en un juego de cartas. Ha estos simplemente les dije que si perdía me desnudaría frente a ellos y me aceptaron en su juego, pobres tontos ahora yo era la que tenia su dinero.

Mientras corría tratando de perder a aquellos borrachos me metí un callejón saliendo a una calle que parecía bastante llena de gente seguí por ahí corriendo hasta que resbale cayendo de cara sobre la calle y soltando mi botín que cayo cerca de una chica que estaba a la par de lo que parecía un gato muy grande.

Unos ruidos llamaron mi atención e hicieron que me parase y echase la vista atrás para ver lo que sucedía, el alboroto provenía de una muchacha que se había caído, un joven hablando fuerte y ... la chica de la tigresa, la de antes. Por curiosidad me quede a ver, y no paso mucho rato hasta que unos tres hombres llegaron hasta ellos gritando, se pararon y tomaron aire.

-Ladronzuela ... - dijo uno de ellos aun sin aliento.

Me acerque ya que como marine era mi obligación.

-¿Pasa algo?- dije.

Me encontraba en un bosque espeso y oscuro, con poca visibilidad comencé a adentrarme en él buscando alguna salida o alguna explicación de como había llegado allí. En aquel sitio me encontraba raro, mareado y desorientado. Desesperado seguí arrancando las hojas y ramas gigantes que estaban en mi camino, hasta que dí con la salida. Era la costa, en ella había un pequeño bote donde se encontraba Trap, el amigo de madera de la familia, parecía estarme gritando desaforadamente que vallara con él, aquella escena me pareció familiar desde el principio, pero lo mas raro era la pequeña estatura que poseía. A lo lejos, en el bosque, se escuchaban pasos, gritos y disparos. Por alguna extraña razón, repentinamente, me quedé hipnotizado observando el bosque, o mas bien parecía estar paralizado. Una sombra salio de entre las plantas y tomó de mi mano, cuando retome la conciencia me di cuenta de que se trataba de mi madre, quien rápidamente me llevo hasta el barco y se despidió de mi y de Trap, a quien le pidió que me cuidara. - Madre NOO!- Grite, entre una cascada de lagrimas, al ver a mi madre ser fríamente asesinada por tres hombres mientras yo me alejaba en el bote, uno poseía una cicatriz debajo ojo izquierdo, otro era de tez oscura y poseía una barba amarilla y el ultimo estaba trajeado.

Una fría gota de transpiración, recorrió mi cuello e izo que me despertara de aquella pesadilla. Ahora, en la realidad, me encontraba en un buque comerciante, exportaban productos provenientes de South Blue, donde gracias a algunos de mis contactos logré abordar, haciéndome pasar por uno de los mecánicos del navío. Trabajando arduamente durante un par de meses, aunque podía transportarme volando no quería llamar la atención, ya que mi misión estaba fijada y con un "Tierra a la vista" el plan ya estaba a punto de dar marcha.
Desde unos kilómetros de distancia se lograba ver los asquerosos edificios de la marina, donde en uno de ellos se encontraba mi objetivo. Al desembarcar, discretamente huí del barco y me dirigí hacia el centro del pueblo, donde se lograban ver a varios grupos de marines patrullar y a varios personajes extraños, como una niña aunque "raro" lo era su pequeño tigre.

Repentinamente se escucharon unos disturbios dentro de un local cercano, a unos pocos segundos una niña salió del mismo, llevando con sigo un gigantesco saco de papas, a mi no me pareció nada extraño, seria una niña con ganas de hacer muchas papas fritas o un gran guisado tal vez, hasta que ésta tropezó y calló de lleno al suelo, dejando caer aquel saco de papas, revelando que su contenido el cual era una gran cantidad de Berries impresionante, alarmando a todos los oficiales del lugar.
Yo trate de entrometerme pero mi impulso fue detenido por mi Lado racional o mejor dicho mi conciencia. - Concéntrate en el plan, si no lo haces y te metes en problemas nunca podras cumplir con tu venganza.- Dijo la misma, deteniéndome justo a tiempo y mejor decidí ver que sucedía.

Off-rol:

Mientras paseaba seguida de Tora, un extraño chico con la mirada puesta en mi amiga se acercó a nosotras. No parecía tener ganas de pelear pero aún así no bajé la guardia. No sabía qué tipo de personas podría haber por allí.

Me quedé de piedra cuando me hizo tan osada pregunta. ¿Pero qué se creía que era Tora? ¿Un peluche?

-Por supuesto que no.-contesté fríamente, por mucho que acompañara su petición de un saludo y una sonrisa, no pude evitar sentirme ofendida.
Estaba dudando de si presentarme al marine y descubrir que era pirata o al menos revelarle mi nombre, pero un pequeño acontecimiento borró la preocupación de una presentación formal.
Una joven de pelo verde salió corriendo de alguna taberna del lugar, perseguida por unos extraños y enormes hombres, al parecer borrachos y enfadados que no dejaban de gritarle. Al principio no entendí la situación ya que era una chica normal con un enorme saco. Sin embargo, cuando cayó al suelo revelando el verdadero contenido de la bolsa me sorprendí. ¿Era una ladrona? Vaya... Quién lo hubiera pensado.
Cayó cerca de mí y a duras penas me contuve. Quería ayudarla. Pero no la conocía, no sabía su situación y por lo que parecía era una ladrona. ¿Quién aseguraba que no me fuera a timar a mi? Mi naturaleza desconfiada sólo hizo que me quedara observando la escena. Le lancé una fría mirada a la chica que estaba a mis pies y después observé a los hombres, que parecían acercarse con malas intenciones a la peliverde.
Estuve a punto de impedir que esos hombres se acercaran más, pero entonces un joven marine se acercó y les preguntó por la situación a los perseguidores de la chica.
-Deberías escapar.-le susurré a la chica, ya que el marine se había distraído hablando con los hombres y el otro restante estaba admirando demasiado a mi tigresa como para echarle cuenta a la situación.

Tora, por su parte, estaba un poco tensa. No le gustaba que hubiera tanta gente a su alrededor. Y he de mencionar, que a mi tampoco.

-Que aguafiestas ... Venga bah, vendemelo.- pero no tuvo tiempo de contestar, una muchacha callo delante nuestra y detras unos corpulentos hombres.

-¿Pasa algo?- dijo una voz detras de los hombres.

Era el aprendiz con el que había venido en el barco, justamente queria presentarme pero me distrage con el enorme gatito. Los hombres se giraron para hablar con el marine y yo me acerque a ellos también ya que en teoría era un marine.

-Es una ladrona, nos ha robado.- reprochaban al marine.

-Pues no tiene pinta de ladrona.- comenté, aunque nadie me escucho ... bueno pues que el haga el trabajo duro.

Off rol:

"Si que seré torpe" pensaba mientras levantaba el rostro del pavimento, para observar donde esta o cuanto de mi quedaba entero. En eso escuche a los borrachos a los cuales me habían "financiado" mi nueva fortuna, al escucharlos un escalofrió recorrió toda mi espalda y esa sensación fue potenciada por una voz que preguntaba que estaba pasando. Moví mi cabeza rápidamente buscando el botín y vi que había caído no muy lejos de donde estaba pero se había abierto la bolsa revelando su contenido. Lo siguiente fue casi mecánico me acerque a la bolsa, la tome y puse de nuevo todo dentro, la sostuve con fuerza viendo lo que me rodeaba con mirada nerviosa y una sonrisa revelando mi estado de preocupación.

Al escanear rápidamente con la mirada el lugar note que no solo los tipos enojados estaban allí si no que habían uno marines que pasaban por ahí, ah mala suerte la mía. En eso escuche la voz de la mujer que esta cerca del gato gigante sugerirme huir del lugar, no era para nada una mala sugerencia el cuestionamiento del asunto era por donde; no parecía haber un lugar a donde salir "volando". "Muy bien necesito una apertura" pensé de momento " Necesito recurrir a la "diplomacia" mientras escapo". - No pasa nada acá señores - decía a los oficiales de una manera nerviosa mientras trataba de ocultar (sin resultados buenos) la bolsa con el dinero. - Claro que esta pasando algo oficiales, ella se robo nuestro dinero- decía uno de los borrachos mientras los otro afirmaban enojados - Eso no es cierto! Es su palabra contra la mía, emm y la palabra de él, emm y la de aquel también. ¡Pero eso no dice que yo me lo robe! - dije reprochando mientras un fuerte pensamiento cruzaba mi mente "La cague!! Ahora que hago??"

Los hombres decían que ella era una ladrona y ella que eso es mentira ... - ¿Por qué me tengo que meter en estos follones?.- suspire.

-Bien ... Vosotros y tu ... - dije esto último mirando a la joven peliverde -Me acompañaréis a la base y solucionaremos esto allí ... - mire al resto de las personas que estaban rodeadas allí - ¿Vosotros tenéis algo que ver con esto?.- me dirigí a la chica del tigre y al otro muchacho. -Si es así, también tendréis que venir.

Tan sólo había salido del barco para dar un paseo... ¡¿Tan difícil era no llamar la atención?!

Suspiré pesadamente.
-Yo no tengo nada que ver con esto.-contesté, y me di media vuelta para continuar con mi camino de exploración de aquel lugar.
Quizás involucrarme en un tema como aquel podría traerme problemas y quitarme parte de mi valioso tiempo para salir a explorar y volver al barco dónde me refugiaba y conseguía alimento y una cama gratis. Bueno, más bien un suelo donde dormir. Pero algo es algo y escaquearse era fácil, pero volver a entrar sin ser vista y con una enorme tigresa ya no tanto...
Me sentía muy cómoda con Tora pero llamaba demasiado la atención. Sería mejor alejarnos de aquel barullo cuanto antes.

Comencé a caminar hasta situarme al lado de Tora y le acaricié la cabeza para intentar calmarla. No debía meterme en problemas por ahora... No en una isla llena de marines.

Off-Rol:

-¿eh? ¿me lo dices a mi? ... ¡Oye! ¡Qué yo también soy un marine!.- le grite cuando me pregunto si estaba metido en eso. -Y la chica del gato grande tampoco tiene nada que ver, estábamos a punto de llegar a un trato para que me lo vendiese.-

Todo se había puesto bastante . . . raro. El día en que nosotros, los novatos desembarcamos ocurre esto ... "Hay madre, esto no será bueno para mi historial" pensé resignado.

Me aleje caminando hacía atrás -¿Sabes qué? Creo que tu solito te puedes hacer cargo del asunto y muñeca ya te comprare el gatito otro día, adiós. .- cuando termine de hablar me di medie vuelta y salí corriendo.

Off-Rol:

Rayos me termine de hundirme en el lodo que yo mismo había cavado, bien mi día de suerte se fue al caño. Llego un marine de los que abundaban por ahí a ver que pasaba y de una vez me dijo que tenia que ir a su base, y ¿ahora que iba a hacer yo?. "Muy bien piensa con calma Richelle todavía podemos salir bien paradas de esto, solo no tenemos que comportarnos como personas normales y correr cuando veamos una salida factible. Solo tenemos que decir algo inteligente para ver si salimos de esta" decía mi parte consiente dentro de mi mente mientras yo estaba aferrada a mi botín sin la menor intención de dejarla ir. -Muy bien, pero quiero un abogado - dije en voz alta mientras mi conciencia seguramente se estaba dando golpes con una pared. En ese momento vi que la chica del gato se iban alegando que no tenían nada que ver con el asunto.

- Pe..pe.. pero adonde me van a llevar? Cuanto se va a tardar? Me van a arrestar? -pregunte al marine de una manera algo nerviosa

La multitud se amontonaba cada vez mas para ver lo sucedido, yo me encontraba entre ella, viendo a la pobre niña de cabellera esmeralda siendo acusada de un crimen que, si fuese por mi, seria una estupidez, ya que los idiotas fueron aquellos gordinflones borrachos que la acusaban de haberlos estafado en su juego. Aunque a mi no me llamase demasiado la atención aquel disparate, sino que ésta se la había ganado el tigre de bengala que allí estaba, entre la multitud. Parecía estar muy alterado y me preocupaba que aquel enorme animal saltase sobre nosotros y nos matase a todos. Mi mirada se centró en él solo por pocos segundos, hasta que un par de marines llegaron al "evento", eran tonto y re-tonto. Repentinamente mis labios reclamaba del sabor de un cigarro, agarrando uno indecisamente del paquete, tomando una bocanada de humo y exhalarlo, en eso un anciano apareció a mi lado. - ¿Me das uno?.- pregunto, mientras yo le entregaba uno del paquete. - ¿No eres demasiado viejo para ésto?.- El anciano exhalo el humo y arrojo el cigarro a medio fumar al suelo. - Solo se es viejo si uno cree que es viejo *Sonrió* .... ¿ Crees que aquella niña podrá envejecer cumpliendo sus sueños o solo se marchitara entre las rejas?.- Al oírlo al instante entendí sus intenciones, pero no debía llamar la atención hasta llegar a la base.
Al instante que el anciano se retiró, luego de hacerme aquella pregunta, uno de los marines se retiro, se trataba de tonto, y el otro, es decir el re-tonto, en cambio, decidió llevarse a la joven. En ese preciso momento me dí cuenta de que la llevarían hasta la base de la marina, donde se encontraba su objetivo. Así que se acerco hacia el marine y la niña, metiéndose entre medio de la multitud allí presente, luego, al llegar, arrojó su cigarro al suelo y llevó sus manos hacia la nuca. - ¡Hey tu, marine! ¡Yo también estuve involucrado en ésto! Iremos voluntariamente, no hace falta que usen la fuerza, ya que no somos peligrosos.- Reclamo con una sonrisa en su rostro.

El idiota ese que dijo ser uno de los nuevos recluta salio corriendo y escabulléndose del problema "Mierda, se me ha adelantado ... Eso debería haber echo yo" .

- ¡Hey tu, marine! ¡Yo también estuve involucrado en ésto! Iremos voluntariamente, no hace falta que usen la fuerza, ya que no somos peligrosos.- dijo una voz tras de mi, me gire y era un muchacho algo y pelirrojo ...

- *suspiro* ¿Por qué me toca siempre a mi este tipo de follones?. Esta bien, pues tu también vendrás y tu chica del trigre, lo siento pero también.- Me di media vuelta y les indique que me siguieran. Por el camino no para de pensar en mi mala suerte, lo que tenía que ser una fácil, sencilla y tranquila ronda se había convertido en un alboroto con mucha gente de por medio ... y lo peor es que me tocaría rellenar el papeleo.

Nos adentramos en la calle principal y subimos por ella hasta la base, una vez estuvimos en la puerta  2 marines se acercaron.

-Buenas, ¿A que se debe este sequito que trae recluta?.

-Han montado un alboroto, una es una ladrona, el otro parece ser su compinche y ... bueno, el resto es lo mismo.

-Esta bien, buen trabajo recluta, ahora mi compañero los llevara a la sala de interrogaciones para aclarar todo. Puedes retirarte.- se puso la mano en la frente dandome a entender que me largase ya.

]"Menos mal, se encargan ellos ... " pensé mientras asentía y le respondía con el mismo gesto. Me eche a un lado y con las manos en los bolsillos me apoye en la pared, para ver como el otro marine se los llevaba dentro.

El sol iluminaba la pacífica isla de Shellstown, donde se encontraba una de las mayores bases marines del East Blue, en sus calles siempre eran apresados piratas con poco valor o sin el y criminales de poca monta. Pero aquel día fue diferente, diferente porque en la prisión se encontraba un pirata con una recompensa muy superior a la media de aquel mar, su nombre era Reddas y su recompensa era de 24.000.000 , este último año se había convertido en una prioridad para los marines del East Blue, a pesar de que no asesinaba o robaba a los civiles si que ocasionaba grandes destrozos a las propiedades de la marina así como a los soldados. Su ejecución se había echo pública y hoy mismo el pirata Reddas vería el final de sus viajes.

En frente de la puerta principal de la base se encontraba Reddas, con grilletes en las manos y los pies, y con 3 marines a su alrededor. El pirata no puedo evitar fijarse en la pintoresca pandilla que acababa de entrar y inmediatamente vio una oportunidad para ver un nuevo amanecer. Mientras lo 3 marines que le custodiaban no pudieron evitar fijarse en el gran tigre de bengala Reddas aprovecho y le echo las manos por encima al marine de su derecha, ahogándole con los gritelles.

-¡Atrás! O acabo con la vida de este marine.- amenazo a la vez que los marines de las cercanías desenvainaban sus espadas y apuntaban con sus rifles y pistolas.

-Sueltale pirata Reddas.- dijo uno de ellos.

El marine que escoltaba al recién llegado grupo se alejo de ellos y apunto, al igual que todos, con su rifle a Reddas dejando así a la pandilla sin vigilancia.

Off-rol:

Maldita sea... ¿cómo me meto yo en estos líos?

A mi espalda oí la voz de alguien que dijo que también había tenido que ver en el asunto, pero eso a mi no me importaba lo más mínimo.
Acaricié suavemente la cabeza de Tora, en un intento para relajarla.
Iba a continuar caminando para alejarme del lugar cuando una voz hizo que me diera la vuelta. Era el marine restante ya que el otro se había ido en cuanto pudo. Me dijo que yo también tendría que ir a la base. Esto no eran más que contratiempos... Si continuaba así, perdería mi barco. O probablemente ya lo había perdido. No quería problemas ya que estaba rodeada de marines y lugareños que se habían acercado a observar, así que accedí de mala gana.

-Tch...-chasqueé la lengua, esto iba a ser un problema. ¿Por qué tenía que meterme en estas cosas? Estúpido marine... Yo sólo quería pasear tranquilamente junto a Tora...
Ajusté la capucha, de forma que mi rostro no se viera demasiado, pero mi pelo no era desapercibido. Maldita sea... Esto es demasiado molesto...
Comencé a caminar en pos de ellos y cuando llegamos a la base (que por cierto era el enorme edificio que había llamado mi atención desde el principio) aparecieron dos marines y se hicieron cargo de nosotros. ¿Así que el tipo que me había metido en esto se iría también? Le lancé una mirada asesina al recluta. Algún día me pagaría por hacerme perder el barco. ¿Cómo saldría ahora de esta maldita isla?
Caminé en silencio en pos de los marines que nos llevaban a la base junto con el pelirrojo que había intervenido momentos antes y la supuesta ladrona peliverde.
Rosa, rojo, verde... Curiosos colores de pelo para personas extrañas. Suspiré. Definitivamente no me gustaba nada el giro que había dado mi paseo...

Al entrar en el patio de la prisión, parecía haber una ejecución. Observé la escena interesada. El pirata que iba a ser ejecutado había cogido a un marine y le ahogaba con las esposas que le apretaban las muñecas. Parecía que aquí iba a pasar algo interesante... Y podría ser mi última oportunidad para conseguir un barco y salir de allí. ¿O no?

Pues ya la habia echado a perder ahora tenia que apostar por la mejor opción para poder salir de esa situación en la que me meti de lleno. El marine que salio me pidio que lo acompañara a la base de la marina, y justo cuando ibamos a encaminarnos al lugar salio un tipo pelirrojo alegando que fue complice del delito, ¿mi complice?, "Y este de donde salio?" cruzo mi mente mientras seguia en silencio. Ante ese nuevo "sospechoso" el marine no tuvo otra que llevarlo a él tambien, por lo que ya eramos la chica del gato, el pelirrojo metido y yo en ese embrollo. Al llegar al lugar otros marines salieron por nosotros y el que  nos habia traido hasta el lugar se deshacia de la responsabilidad del caso. "Tch.. ahora hay más soladitos estorbando. ¿Ahora cómo saldre de esto?".

En la base al unisono del asunto de mi botín, parecia que ocurria una ejecucion de algun criminal, algún pirata quizas; pero ese hombre no era ni lento ni perezoso y cuando vio que los guardias que lo tenian en custodia se distrajeron debido al tigre que acompañaba a la chica que nos acompañaba se solto de momento y tomo a unos de los marines como rehén. Los demás oficiales alertados fueron donde se encontraba ese hombre, incluido los dos hombres que nos custodiaban a nosotros. Era ahora o nunca, ese era nuestra señal divina de salir volando de ese lugar. Y estaba muy segura de que que no podia desaprovecharla, y justo cuando afirmaba mi pie para la carrera me acorde de mi botín, el cual uno de los marines que nos tomaron en la base me arrebataron y lo llevo consigo cuando fue alertado por el otro hombre. Rapidamente rastree por la bolsa y la vi en el suelo peligrosamente cerca de uno de los oficiales que encañoban al tipo que tenia el marine de rehén. Mi cuerpo se movio por si solo y corri hacia lo que me habia costado obtener y cuando di un par de pasos uno de los marines volvio a ver alertado dandose cuenta de que nos dejaron sin vigilancia.

Off rol:

OFF-ROL:

Estaba fuera de la base, acababa de dejar a los "alborotadores" allí y yo me había dado la vuelta para volver a patrullar. No pude evitar oír ruidos en la base, me acerque corriendo para ver que sucedía y desde la puerta vi al grupo que había llevado, delante de ellos unos marines apuntando con sus armas a otro tipo que tenía a un soldado cogido y lo usaba como escudo.

"Esto se vuelve cada vez más problemático" pensé ¡Qué esta pasando!.- grité pero no me prestaron atención porque estaban concentrado en el otro individuo.

Me acerque al grupo que hace poco había dejado allí y eche en falta a alguien -¿Donde esta el pelirrojo? Maldición ... ¿Se habrá escapado?.- gruñí con el ceño fruncido.

Deje atrás también al grupillo que miraba el espectáculo.

Junté mis manos y mi sombra se fue alargando lentamente, hasta juntarse con la del sujeto que tenía como rehén a otro marine.

-¡¡¡KAGE NO SEISO!!!.-

-¡Eh! ¿Por qué no puedo moverme? Qué diablos esta pasando.- dijo.

-He atrapado tu sombra, ahora no tienes nada que hacer.- dije, y esta vez si me prestaron atención.

Bien... Pues no sería demasiado difícil salir de allí. La chica ladrona fue a por su bolsa aprovechando la confusión y de repente el marine que nos había atrapado antes apareció de nuevo. Debía ser un novato pero... Había que reconocer que tenía poder. Estaba...¿atrapando al pirata con su propia sombra? Impresionante. Así que el chico también tenía el poder de una Akuma no Mi...
Aprovechando la confusión y cómo los marines miraban al chico, le hice una señal a Tora, la cual la tigresa entendió al momento y huyó. Yo aún tenía un as en la manga y sin mi compañera llamando la atención sería más fácil efectuar mi plan. Tora llegaría al barco antes que yo, de forma que podría entretener a la tripulación y yo... Huiría de allí fácilmente.
Sólo me quedaba esperar que nadie sospechara de un gato.
Retrocedí unos pasos, asegurándome que ningún marine me viera y con ayuda de mi fruta me empecé a transformar en un felino. Antes de que ocurrieran más cosas y el caos hubiera sido controlado por los marines completé mi transformación.

Ahora no era más que un gato que actuaba con naturalidad ante una escena peligrosa y con su instinto asustadizo salía de allí. O eso esperaba que creyeran.
Salí corriendo en mi forma de gato negro, aunque las puntas de mis orejas tenían un tono rosado. Pero eso no debía destacar demasiado ¿no?
Corrí por la ciudad hasta llegar al muelle. Si se habían dado cuenta de mi huida no importaba ; el barco que me transportaría hasta la próxima isla estaba allí, a punto de partir.
Así que de un salto me metí dentro la cubierta y me colé de nuevo en el camarote de Tora, donde ya estaba la tigresa, mirándome con calma y un brillo en su mirada.

Off: