[División G-15] ¡Esta gente es increíble!

Era una tarde como cualquier otra, yo me encontraba sentada en mi escritorio escribiendo una novela, la cual apenas avanzaba por faltas de ideas. Escribía una de las líneas para luego repasarla viendo que no quedaba bien, con lo que empecé a borrar y así varias veces pensando que escribir.

No dejaba de pensar en lo que poner, di un leve suspiro algo pesado pues no me a estado yendo bien por el momento. Dejé de escribir pues me apetecía andar un poco y despejar mi mente .

-Iré a dar una vuelta.-dicho esto, me arreglé el pelo y salí de la habitación comenzando a caminar tranquilamente.

No hace mucho había llegado a Loguetown para terminar por convertirme en una marine. Aun no conocía mucho los alrededores y me apetecía dar una vuelta para quedarme mas o menos con los lugares.

Pare en un pequeño puesto que vendía helados y me compre uno, me dirigí al puerto para sentarme y comerme mi delicioso helado mientras veía los barcos y a la gente que había por allí.

La brisa del mar se sentía genial en aquel caluroso día, se respiraba una paz increíble.

Tras un rato allí sentada pude divisar un barco de la marina en la lejanía. -Vaya, parece que han venido de una misión. Iré a saludar, no me vendrá mal entablar amistades.-

La tarde había caído sobre nosotros mientras regresábamos a la base para entregar al pirata y aún más importante atender las heridas del sargento.
El pirata se encontraba esposado y asegurado al mástil del barco, esto fue algo que el resto de los marines hizo para mantenerme “feliz”, pues ellos querían encerrarlo en alguna parte del barco, pero  yo me sentía mejor estando sentado enfrente de él a una distancia aproximada a 1 o 1.5 metros de distancia con mi espada desenvainada.
-Venga chico, ya deja de mirarlo tanto.-Dijo un mientras colocaba su mano en mi cabeza.- Es imposible que pueda escapar con todos nosotros en cubierta.
-2 personas…
-¿Disculpa?
-No permitiré que se repita.
Repentinamente se escuchó la voz de un hombre anunciando nuestra llegada a LOGUE TOWN, por lo cual se podía escuchar a algunos marines bastante aliviados mientras más nos acercábamos al puerto, para luego embarcar.
Me puse de pie para proceder a formar parte del grupo que se encargaría de bajar al pirata, pero 2 de ellos me dijeron que no me necesitarían pues aún seguía siendo un novato que actuaba como un superior.
*Tienen razón*Ahora solo espere a ver al sargento para bajar junto a él.

Un recluta bajo al camarote en el cual descansaba, abrió la puerta con mucho cuidado pero aun así se escucho un chirrido.

-Perdone ... Sargento, hemos llegado.- me dijo en voz baja, seguramente para que no me despertase tan bruscamente aunque en realidad yo no estaba dormido, solo tenía los ojos cerrados y descansaba un poco.

-Gracias.- me senté en la cama con un gruñido de dolor.

-¡Sargento estese quieto! Aun esta mal herido, dejeme ayudarle.- me tendió su brazo el cual cogí, eche mi brazo derecho por su hombro y lentamente subimos a cubierta.

-Esto ... Arriba están todos bien.-  pregunto preocupado por la presencia de Reddas aunque el marine no contesto.

Cuando subimos a cubierta casi todos los marines habían desembarcado y estaban ya en tierra firme, eso incluía a Lucian y a Santiago.

-¡Señor!.- se escucho una voz detrás mía. Gire levemente la cabeza para ver quien era, eran 2 marines que portaban una camilla. -Tumbese aquí, le llevaremos al hospital, no puede forzarse todavía.- dijeron seriamente.

No quería que me llevasen por toda la ciudad en aquel trasto pero el dolor era fuerte así que me resigne y me tumbe, corriendo cargaron la camilla y empezaron a caminar a buen ritmo hacía el hospital donde me atenderían.

Los marines empezaban a desembarcar, una pequeña multitud se reunió seguramente por curiosidad, los primeros marines que bajaban, dos, tenían agarrado a un hombre esposado, seguramente un criminal capturado. Cuando pasaron cerca mía reconocí su rostro, era Reddas un pirata muy famoso en el East Blue y que se escapo de su ejecución en la base de Shellstown.

-Guau ... Le han capturado, estos marines deben ser muy fuertes.- murmure asombrada. Mis pensamientos fueron interrumpidos por dos marines que andaban, casi corrían, con una camilla y una persona en esa camilla, seguramente algún soldado hubiese sido herido en la batalla, algo de esperar si tenemos en cuenta que se batieron con Reddas.

La gente también reconocía al prisionero y aclamaron a los marines con vítores y aplausos, me acerque a un marine que por sus ropas debía ser un recluta como yo.

-Hola, soy Aqua ... ¿Me permitiría hablar con usted?.- dije lo más educadamente que pude.

Off:

Era un poco raro estar nuevamente en tierra firme tan rápido, pero no había nada que hacer al respecto. Por minuto aprecie como  Reddas era bajado del barco, para luego ver al sargento ser llevado en una camilla seguramente con algún médico.
-Necesito un trago…-Murmure ligera
Antes de que pudiera marcharme de aquel lugar una joven se me acerco preguntando si podía hablar con migo.
-Santiago  O. C. a tu servicio-Dije realizando el saludo militar.-En que puedo ayudarte.-Conteste esta vez con una sonrisa en mi rostro.
Más personas comenzaron a llegar a causa de la curiosidad y a causa de sus pláticas me resultaría algo complicado escucharla.-Te importaría si nos alejamos un poco de este lugar y mientras caminamos hablamos, ¿te parece buena idea?

Lleguemos al hospital rápidamente, me llevaron a una sala en la que ya había un equipo de médicos y me tumbaron en la cama que había en el centro.

-No se preocupe, ha perdido mucha sangre peor no morirá.- intento tranquilizarme uno de los médicos mientras se ponía los guantes.

Una chica me dio unas píldoras para calmarme el dolo, eran muy fuertes y acabe durmiéndome. Desperté en una habitación, estaba algo confuso y la enorme herida me dolía bastante. En ese mismo momento entro una enfermera y me dijo que tenía que reposar, me ajusto el suero y tras despedirse se fue.

No quería quedarme allí, claro que necesitaba descansar pero no había tenido noticia de ningún miembro de la división, ¿Estarían bien?.

Me arranque el suero y use mi Doppelman, mi sombra tomo forma física y la use para apoyarme en ella, abrí la ventana y salí por el tejado. Cuando baje a la calle me puse a caminar con ayuda de mi sombra, aquella imagen llamaba la atención pero me limitaba a hacer como si nada.

Vi a Lucian caminando solo por la calle principal camino a la base, iba a llamarle pero parecía tener prisa así que decidí no molestarle, continué caminando por calles secundarias y no muy lejos del puerto vi a Santiago y a una chica de pelo azula.

"Vaya, ¿Ha ligado?" pensé al ver a aquellos dos hablando. Me acerque aunque sabía que podía interrumpir algo. -¡Ey! ¡Santi hola!.- le llame desde lejos.

OFF:

Estaba LOGUE TOWN sentado bajo una de las tantas columnas que había ahí hasta que vi un gran
barco de la marina, me levante rápidamente para tratar de convencer al capitán de dejarme formar parte de la división, pues desde hace tiempo quería surcar los mares para vengarme, mientras caminaba vi al que aparentaba ser el sargento en una camilla transportado al hospital.

Después vi  a un joven marino con una chica, no quería interrumpir, por lo cual continué con mi camino. Mientras caminaba pude ver a uno de los piratas mas buscados de por aquí siendo escoltado por un pequeño grupo-Woow es el gran pirata Reddas deben de ser muy fuertes-dije un poco animado.

De pronto me detuve de golpe debido a que comenzaba a olvidar mi misión de buscar a un joven marine llamado Santiago pues lo necesitaban en el cuartel .-Claro le preguntare al joven que vi hace rato-dije
cuando me dirigía al lugar por donde lo vi pasar,empece a correr para ir mas rápido.

Logre alcanzarlo me acerque y le pregunte -Disculpe no conoce a un tal Santiago-dije a un tal joven esperando a que respondiera.

OFF 2:

El chico se presento, Santiago O.C. , más tarde me invito a dar una vuelta mientras charlábamos.

-Esto ..... .- me corte, quería preguntarle sobre si el podía hacerme un hueco en su división pero era verdad que por sus ropas se veía que era un recluta así que carecería de autoridad alguna. -Habéis atrapado a Reddas ¿no? ... ¿Fue dificil? ¿Os dio problemas? ¿Podrías contarme todo lo sucedido?.- dije cambiando un poco el tema.

Tras un rato paseando un hombre llamo a Santiago desde lejos, me gire para verle y no di credito a lo que veía, el tío estaba junto a una cosa negra que tenía su misma forma, como una sombra. Di respiro del susto y me aleje un poco porque parecía que Santiago le conocía.

Y si eso no fuese suficiente apareció otro recluta y le pregunto a Santiago si conocía a un tal Santiago. ¿Qué ironías no? Con todos los reclutas le preguntaba a Santiago por el mismo. Me eche atras otra vez, aquel recluta parecía estar muy solicitado y no quería molestar así que me aleje a una distancia en la que aun podía escucharles pero no llamaba la atención,

-Reddas eh?, bueno todo espesó porque pensamos que era un náufrago a punto de morir por lo que fue subido al barco, pero cuando el sargento se percató de quien era se desató el caos, mató a 2 de nuestros compañeros y la mayor parte quedó paralizado del miedo.-Sin darme cuenta comencé a apretar mi puño izquierdo, para luego dar un suspiro.- Pero el sargento Nara, Lucian y un tercer marine.-Por un momento guarde silencio y mire al cielo.-Jaja, que mala memoria tengo, no recuerdo el nombre de ese marine, oh bueno da igual. Esos 3 trataron de hacerle frente, en la batalla el sargento resultó herido al proteger a uno de sus subordinados, mientras los 2 marines trataban de acabar con el enemigo rápidamente, dando como resultado que Reddas recibiera un corte por encima de las rodillas que lo dejo fuera de combate y bueno después de eso regresamos aquí para entregarlo y que el sargento recibiera tratamiento médico, seguramente… -Una voz familiar llamándome me causo que me diera media vuelta para ver de quien se trataba.-Sar, sargento, pero que hace aquí, debería estar descansando en el hospital-Dije un poco preocupado al verlo siendo ayudado por su sombra para caminar.
Me acerque hacia el sargento para ayudarlo a caminar en lugar de su sombra pues no sabía si esa “magia” exigía algún tipo de esfuerzo, por lo que si el sargento quería o no mi ayuda aun así  lo haría.
Me percate de que Aqua miraba la sombra del sargento por lo cual aproveche para presentarlos.-Que mal educado soy.-Tosí ligeramente.-Sargento ella es Aqua, Aqua te presento al Sargento Shikamaru Nara, uno delos que se enfrento a Reddas.
A los pocos minutos un nuevo marine apareció preguntándome si conocía a alguien llamado Santiago.-Santiago, Santiago, sabes ese nombre me es familiar… así, creo que soy yo, pero no estoy muy seguro jeje.-Conteste mientras reía ligeramente.-En que puedo ayudarte amigo.

Off-Rol:

Cuando Santiago me vio me reprocho de cierta manera que no estuviese en el hospital.

-Si bueno, esto ... No se que paso y en el hospital no me contaban nada, supongo que para que no me alterase en mi estado ... - No dije mucho, mi cara ahora era de preocupación -Hola Aqua, encantado.- salude rapidamente antes de volver a mirar a Santiago -Dime, ¿Están todos bien? mis recuerdos se tornan confusos.- pregunto con una débil voz.

-Disculpe no conoce a un tal Santiago.- dijo una voz que me sobresalto.

Era un chico, recluta para ser más exactos.

-¡Ah! ¡Mierda!.- grite cuando vi que era marine, tal vez le habían enviado a buscarme después de percatarse de mi escapada del hospital. Me di la vuelta y empece a caminar lo más rápido que pude para huir pero el recluta no venía por mi, sino que hablaba con Santiago, quizas no tuviese que ver conmigo, me di la vuelta y volví a acercarme.

-¿Acaso es un completo idiota?-Pensé mientras lo miraba atentamente con una expresión antipática.-Bueno si usted es Santiago necesito que me acompañe hacia la base, al parecer quieren hablar con usted.-La voz de otro hombre me obligo a voltear hacia la fuente del sonido-Usted debe ser Shikamaru Nara.-Realice el saludo militar en señal respeto.-Su presencia también fue solicitada, pero hasta donde sabíamos se encontraba en reposo hasta nuevo aviso, pero al parecer ya se encuentra mejor.
Tenía que encontrar un buen momento para solicitar mi ingreso a la división ahora que el sargento se encontraba presente, pero esperaría un poco mas.
Espere que todos terminar de hacer lo que tenían que hacer, para luego acompañarlos hasta la base cuando decidieran avanzar.

Santiago nos presento. -Encantada, Sargento.- salude.

El otro recluta dijo que la presencia de Santiago era requerida en la base y también la del Sargento. Se pusieron a andar rumbo a la base y por un momento se olvidaron de mi, no sabia que hacer, si irme por otro lado o seguirles y solicitarle al sargento ahora que estaba el ingreso en su división. Finalmente opte por ir detrás de ellos pero a una buena distancia para que no se sintieran acosados por alguien como yo.

OFF: Siento que sea tan corto, me habéis dejado en un 2º plano, que no es malo, pero no me da mucha libertad para rolear.

Al ver que el sargento en verdad se encontraba un poco débil mi ayuda ya no era una opción para él, pues no importaba lo que digiera o hiciera le ayudaría.-Todos se encuentran bien, no tiene de que preocuparse sargento, el único del que no se nada es de Lucian, después de bajar del barco se dirigió a algún lugar sin decir nada.-Conteste a la pregunta de Shikamaru.-Bueno, parece que nos llaman para algo, será mejor no hacerlos esperar.-Después de decir eso comencé a caminar.

Durante el trayecto hacia la base no podía evitar pensar sobre cuál podría ser la razón por la que me pediría que fuera a verlos. Durante unos segundos no le di importancia y continúe caminando al paso del sargento ayudándolo, pero de repente un escalofrió recorrió mi cuerpo.*Y si descubrieron que falsifique mis documentos, creo que es un delito y lo más seguro es que me expulsarían de la marina y tal vez me meterían a prisión* A cada paso mi imaginación creaba distintos escenarios de cómo me explicarían la forma en que descubrieron mi verdadera identidad, para luego ser llevado por los marines.*No, no puede permitir que eso ocurra… tal vez… y si ella ya logró encontrarme, ¿Qué are si al momento de abrir la puerta ella está ahí* Trate de ya no pensar en eso.

Mire a mis alrededores  buscando a Aqua, pero no la vi, por lo cual interprete de que se encontraba detrás mío.-Oye Aqua-Dije en voz alta con la esperanza de que me escuchara.-Dime, ¿Nunca has pensado en salir de la base en alguna de las tripulaciones? ¿O acaso te agrada más estar en tierra firme?-No estaba seguro de que me escuchara pero solo quería distraerme un poco.
A los pocos minutos llegamos a la base, por lo que di un gran respiro y espere lo peor.

Nos dirigimos a la base, un seguía usando mi sombra como apoyo pero Santiago también me ayudaba, "Quizá debí de quedarme en la habitación del hospital" pensé.

En el camino a la base note a Santiago algo distraído y preocupado aunque intentaba que no se le notase. ¿Estaría preocupado por que nos llamasen? Seguramente no fuese nada importante, quizás hablar sobre lo sucedido con Reddas pero no se me ocurría nada por lo que Santiago fuese regañado así que deje de darle vueltas al asunto.

No pude evitar pensar en Lucian, aun no le había visto ni yo ni Santiago, ¿Donde se habría metido? ...

Cuanto más nos acercábamos más pensaba en el último encuentro con el capitán de la base de Loguetown, no había acabado bien y la verdad, no tenía ganas de volver a verle.

Lleguemos rápidamente, la base no era tan grande como la de Shellstown donde me instruí.

- *Suspiro* Seguro que me van a regañar por algo .- suspire con desgana.

Por fin habían decido ponerse en marcha hacia la base.
Y o por mi parte decidí tomar la delantera para guiarlos tal y como solía hacer con los civiles, al ser ellos también marines no tenía caso hacerlo.
Podía escuchar la voz de Santiago tratando entablar amistad con la chica, eso no era mala idea, tener algunos aliados con los cuales poder contar en los momentos necesarios,
A los pocos minutos de caminar llegamos a la base, abrí la puerta, salude (mas por obligación que por amabilidad) a los marines con los que me tope mientras me dirigía hacia el cuarto donde se encontraba el despacho del capitán de la base. Llame a la puerta.
-Pase-Se escucho desde a dentro del cuarto, gire el pomo de la puerta,entre y salude al capitán apropiadamente.-Ah, Carmine, dime lograste encontrar al chico.
-Si señor, en unos momentos estará aquí, también encontré al Sargento Nara.-Ahora solo tendría que esperar en silencio.
-También lo veré a él...

A través de la ventana se podía apreciar la bella tarde de aquel día y yo me encontraba archivando el papeleo como siempre. Un ligero suspiro se me escapó mientras hacia mi trabajo.
-Me alegro que mis padres no estén viendo esta maravillosa vida de marine que tengo- Pensé mientras deja de lado por un momento mis labores para recostar mi cabeza unos momentos sobre la mesa.
Justo cuando comenzaba a relajarme un poco un marine apareció y comenzó regañarme como regañaría a uno de sus hijos, argumentado que no debía perder el tiempo y que esos documentos eran importantes y debían estar listos lo antes posible. Solo me limite asentir con la cabeza rápidamente para no tener que hablar con él.
-Nunca me dejaran de tratar como a una niña y nunca me dejaran experimentan lo que es ser un marine de verdad mientras permanezca -Pensé  mientras tomaba otro par de documentos con información sobre el arresto de Reddas, aquello llamo mi atención por lo que decidí darle una pequeña ojeada, pero no podría hacerlo en el lugar donde me encontraba.
Logre esquivar a todo marine que se encontrara en mi camino, para luego entrar a los baños. No era algo muy agradable, pero almeno saque nadie me sorprendería.
Aquel documento era el testimonio de un marine de la división G-15 cuyo nombre era Lucian D. Anton. No podía dejar de leer lo ocurrido en el barco de la división.
-Así esta es la vida en el mar… parece ser más peligrosa de lo que pensaba, eso pobres marines murieron por culpa del pirata-Susurre un poco triste-Pero… si quiero ser la mejor tengo que poder enfrentarme al enemigo de la misma manera.
Regrese a mi puesto de trabajo y más papeles se habían acumulado en el lapso de mi pequeño descanso, solo exprese un poco de cansancio mientras terminaba de arreglarlos.
Ya había tomado una decisión así que tome una solicitud de transferencia, la rellene y espere a la persona que sería mi nuevo superior… Sihikamaru Nara, pero sería difícil saber quien de todos era el señor Nara.
Que puedo hacer para saber con quien tengo que hablar Tome uno de los nuevos papeles y al darle una pequeña revisada me di cuenta que era un formato para hacer valida un ascenso y el nombre de del señor Nara estaba en el. Una buena idea llego a mi cabeza, si llevaba los documentos personalmente al despacho del capitán tendría una pequeña oportunidad conocerlo y entregarle mi solicitud.
Rápidamente termine con el documento y me dirigí al cuarto del capitán, al entrar realice el saludo de los marines.
-Descanse Alcott... que se le ofrece marine.-Extendí los documentos para que los tomara, pero me quede con mi solicitud.-¿Eso es todo?-Asentí con la cabeza.
Mientras el capitán leía los papeles me coloque alado de otro chico que también se encontraba en el cuarto, evite lo mas que puede hacer contacto visual con él mientras esperaba pacientemente.

-Oye Aqua.- Me hablo Santiago, a pesar de estar lejos le escuche. -Dime, ¿Nunca has pensado en salir de la base en alguna de las tripulaciones? ¿O acaso te agrada más estar en tierra firme?-

-¿Eh? Esto yo ... No me importa mucho estar en tierra firme o en la mar pero siempre es divertido navegar un poco.- dije con la voz un cortada por la vergüenza de que se diera cuenta de que les seguía.

Cuando llegaron a la base, el recluta que les había llamado, el Sargento Nara y Santiago entraron y se dirigieron al despacho del capitán.

Yo me quede en la entrada, seguirles hasta el despacho sería ir demasiado lejos, ademas no tenía nada que hacer allí. Me acerque al mostrador y le pedí a la chica que me diese un formulario para solicitar la transferencia a la división del Sargento Nara y Santiago.

Me senté en una silla y empecé a rellenar el formulario, estaba convencida de que me aceptarían, había sido de las mejores clasificadas y era una recluta de 10 aunque ellos no parecían seguir las normas y era totalmente diferente al resto de divisiones que había visto.

Cuando rellene todo el formulario espere sentada a que saliesen del despacho.

Divertido… le di unas cuantas vueltas a esa pequeña palabra pronunciada por Aqua, creo que yo también pensaba un poco de esa forma-Si... lo es.-Dije en un tono de voz bastante bajo.

Al estar frente a la entrada de la base mi cuerpo parecía querer empezar a temblar ligeramente*Bueno será mejor acabar con esto rápido* Trate de reír pero esta solo se quebrantaba.-Bien sargento entremos.

Al entrar a la base puede observar a unos cuantos marines metidos en sus asuntos, cuando vieron al sargento algunos no dejaban de mirarlo y susurrar entre ellos. ¿El sargento era famoso por estos lugares o era causa de su sombra ayudándole también a sostenerse?

Cuando me encontraba frente a la puerta dude un poco en abrirla, pero al final no pude girar el pomo de la puerta.

-Sargento, podría abrir la puerta usted, no creo poder hacerlo yo, jaja.
Cuando el sargento lo decidiera entraría con él.

En mi último encuentro con el capitán las cosas no habían marchado demasiado bien, le había retado, en cierto modo. Cosa que no estaba bien vista viniendo de un marine de rango inferior. Santiago me dijo que abriese yo la puerta, seguramente estaría asustado.

Deshice mi técnica y me sombra volvió a su sitió, no quería que el capitán me viese así, era algo lamentable.

Con un suspiro abrí la puerta.

En la sala había tres personas, el capitán y dos reclutas, un chico y una chica. Mire de reojo a Santiago.

-Oh, Sargento cuanto tiempo, parece que ya se encuentra mejor, estaba preocupado cuando me dijeron que abandono el hospital sin el alta médica.- dijo con una sonrisa burlona.

Le lancé una pequeña mirada de enfado.

-Y aquí tenemos al recluta Santiago O.C .- miro a Santi. -Bien, antes de nada quiero felicitaros por haber atrapado a Reddas, buen trabajo.

-Capitán, no me malinterprete pero estoy empezando a marearme y estoy cansado, la herida aun no esta recuperada, sea breve.- corte, no quería pasar ni un minuto más allí, el capitán no era de mi agrado.

Al hablarle de aquel tono me miro con severidad -Si claro, que descuido el mió, iré al grano ... Como recompensa al atrapar a un criminal de la talla de Reddas usted, sargento nara sera promovido a Sargento Mayor y usted, señor O.C sera promovido al rango de Sargento.- dijo.

Eso me pillo desprevenido, no era algo malo, es decir, no me había regañado como sospeché ... ¿Nos había ascendido? A mi y a Santiago ... Le mire y se notaba que estaba contento o eso parecía.

-Ah, eso no es todo, Lucian D. Anton desde ahora en adelante no sera más miembro de su división Sargento Mayor Nara ... - hizo una pequeña pausa -No sabíamos de sus habilidades de fruta del diablo, estas son interesantes y por eso lo vamos a trasladar a un lugar donde sera de más utilid...

-No puede hacer eso.- le corte -Lucian es un miembro de mi división, tanto con poderes de akuma no mi como sin ellos, no tiene derecho a ...

-Te equivocas, si lo tengo ... aquí yo soy el jefe así que ambos acataréis mis ordenes.- ya empezaba a molestarse. -Pero no se preocupe, desde que capturaron a Reddas muchos reclutas han solicitado irse con usted, la vacante de Lucian será cubierta.-

- *GRR* Si señor ...- asentí con un gruñido.

-Aquí tenemos a una de ellos, Elisabeth, una recluta modelo.- señalo a la chica recluta que había detrás de el.

-Bienvenida.- dije con una leve sonrisa, estaba enfadado pero ella no tenía la culpa. -Si me disculpáis, vuelvo a mi habitación en el hospital, Santiago ocupate del papeleo.- me di la vuelta y ordene a Santiago que hiciera los traspasos, ahora era Sargento.

Abrí la puerta y la cerre con brusquedad, fuera vi a la chica que estaba con Santiago. -¿Aqua no? Creo que querías algo, en cualquier caso habla con el Santiago, el Sargento.- no quería ser borde.

El cabreo hizo que me olvidase del dolor por un momento. Me dirigí al hospital que por suerte no estaba muy lejos, una enfermera con un tipo muy grande, como un gorila estaban fuera.

-¡Hay esta! ¡Cogele!.- le ordeno la enfermera y el enorme tío vino corriendo hacía mi y me agarro, me cargo sobre sus hombros.

-¡Eh! Animal que te crees que haces.- le regañe.

-Se ha escapado, ante gente como usted tenemos que tomar medidas drasticas, si vuelve a escapar le ataremos a la cama, ¿Entendido?.- me regaño la enfermera.

Suspire y asentí.

Tal y como había mencionado la puerta del despacho se abrió, pero no eran las personas que esperaba, sino una chica, la cual entregó unos papeles y se colocó a un lado de donde estaba. Nuevamente la puerta se abrió y esta vez si eran ellos.
La platica de entre ambos comenzó y no perecía que ninguno soportara al otro aunque lo disimulaban bastante bien.
No preste mucha atención a la mayor parte de la platica, pero al escuchar que el tal Santiago convertiría en sargento casi caigo de espalda.

-Enserio, él sera mi sargento.-Pensé algo sorprendido.-Acaso solo fingirá esa actitud que tiene.  

Cuando terminaron de hablar, el sargento mayor le pidió al nuevo sargento que se encargara del papeleo de aquellos que quisieran unirse, para luego salir del cuarto.

Cuando Santiago saliera del despacho para entregar mi solicitud de transferencia, para luego decir.-Eren Carmine... un placer conocerle señor.

La puerta comenzó a abrirse y de ella aparecieron 2 personas, de las cuales una parecía querer  ocultar algo.

Una de las personas era un joven con un uniforme completo de recluta, por lo que estaba segura de que no se traba de Nara-san.

El otro chico vestía con un chaleco de color verde, unos pantalones negros y un par de sandalias. Acaso el sería el sargento Nara.

La plática entre el capitán y el chico del chaleco verde comenzó y ya parecían conocerse, pero al parecer no era algo grato para ninguno de los 2 hombres.  La plática entre ellos era sobre el arresto de Reddas y el acenso de Nara-san, cosas que ya había leído clandestinamente, pero también se tocó el tema del ascenso del otro chico que le acompañaba en ese momento.

-Eso es impresionante-.Pensé.

El capitán menciono que el marine Anton dejaría de estar bajo las órdenes de  Nara-san para ser colocado en un lugar donde sus habilidades serían más útiles. Esto pareció molestar al nuevo sargento mayor, pero el capitán comentó que muchos reclutas querían unirse a su equipo para luego pronunciar mi nombre mi nombre y mencionar que sería un buen remplazo. Cuando Nara-san me dio la bienvenida realice una reverencia.

El Sargento mayor abandono el cuarto, dándole la orden al Sargento de arreglar los papeleos de los interesados en unirse.

Cuando el Sargento Santiago salió del despacho espere unos segundo para luego alcanzarlo, y entregarle mi petición.

-E, Elisabth Alcott S…-Dije mientras extendía el papel.

Cuando salió el Sargento Nara me acerque a el pero me corto y me dijo que si quería algo que hablase con Santiago, el sargento. ¿Sargento? ¿Pero no era recluta?. Como parecía no estar de muy buen humor y parecía tener prisa no insistí.

Espere a que Santiago, el cual no había salido aun saliese para entregarle mi solicitud.

-Hola Santiago, toma, ¿Seria posible que le entregaras esto al oficial?, me gustaría formar parte del G-15.- le dije tendiendole mi solicitud.

Inmediatamente otra chica apareció y le entrego otra solicitud, se llamaba Elisabeth y tartamudeaba un poco.

-Encantada Elisabeth, o soy Aqua.- me presente -No se si es de mi incumbencia pero ¿Qué le ha pasado al Sargento Nara? .- pregunte a Santiago.

Al salir de la habitación no sabía cómo sentirme. Ahora era un sargento pero también habíamos perdido a un nakama solo por su habilidad para crear escudos.

Pude ver a Aqua, la cual me entrego un papel diciendo que era una solicitud para entrar en el G-15.

-Claro, yo me encargare de todo lo necesario para…-El marine que se encontraba dentro del cuarto también salió, se acercó a mí, me entrego otra solicitud y se presentó.-Ah, bueno, descanse… supongo.-Me sentía un poco idiota, pues no estaba acostumbrado a esto.-Ya  me encargare de…-La puerta del despacho se abrió de nuevo y esta vez salió la chica, la cual también se acercó y entrego una solicitud mas.-Mucho gusto Elisabeth.-Sonreí ligeramente, para luego mirar a los 3.-Bueno, creo que ya son todos, déjenme darles la bienvenida al G-15 soldados.-Sonreí alegremente.

Cuando Aqua preguntó acerca del sargento suspire ligeramente, no tenía caso no decirle.- Nuestro nakama Lucian fue retirado de nuestra división y re-colocado en algún otro lugar, argumentando que sus habilidades serian mejor utilizadas, eso molestó al sargento.

Me acerque hacia una mesa, coloque los documentos sobre ella y comencé a firmarlos.

-Ahora oficialmente pertenecen al G-15, no sé cuánto tiempo tenga que permanecer el Sargento mayor en el hospital, por lo que les recomiendo que preparen su equipaje.-Bostecé ligeramente.-Bien chicos yo me voy a buscar un trago, si alguno desea acompañarme es bienvenido, yo invito.-Después de decir eso me di media vuelta y salí en busca de una taberna.

Me habían puesto a un gorila en la puerta de la habitación para que no me fuese otra vez. -Se están pasando.- suspire recostado en la cama.

Estaba pensando en lo sucedido hace poco ... Santiago ascendido a sargento, incluso yo fui ascendido a sargento mayor y lo más impactante; Lucian abandona la división ¿y todo por qué? ¿por qué es un usuario? No es tan raro que haya marines usuarios de frutas del diablo y cierto es que su habilidad era bastante poderosa y en el campo militar útil, pero esto no justifica nada de lo que el capitán hizo.

No íbamos a partir a nuestra base asignada hasta que yo no estuviese recuperado, eso podría significar días puede que un mes o dos ... No quería quedarme tanto tiempo en esta ciudad pero ¿Qué otra cosa podía hacer?.


-Ah por dios, sigo aquí pedazo de gorila, deja de controlarme ¡Vete a echar un trago!.- grite tras escuchar los golpes en la puerta pero de esta se abrió y no estaba preparado para la persona que entro.

-Oh ... Lucian.- dije en voz baja con la cabeza gacha. -Pasa, pasa .- le invite, me senté un poco mas recto y espere a que hablase.

-Sargento yo ...- dijo algo triste.

-Tranquilo ... Te han cambiado pero es porque se han dado cuenta de tus habilidades como marine, iras a un lugar mucho mejor que esta división, seguramente ascenderás con rapidez y quien sabe, quizás me superes en rango pronto.- dijo con una sonrisa forzada. - Y bueno sabes ... Estoy cansado creo que voy a dormir, vete ... Hablaremos pronto.- incite a que se fuese rapidamente, no me gustaba esa situación, aun tenia que pensar en muchas cosas.

Con un gesto se dio medía vuelta y se fue sin decir nada.

-Maldición.- murmure mientras apretaba los puños y una pequeña lagrima caía por mi mejilla.

Estaba frente a el sargento Santiago, por fin formar parte del G-15, pensaba cuando miraba fijamente al sargento levante mi mano hacia mi pecho rápidamente-Muchas gracias señor -dije agradecido y con el respeto merecido, pues después de mí actitud anterior hacia él pensé que no me dejaría ingresar.

La joven con el de pelo azul se acerco al  sargento y le pregunto algo, no alcance a escuchar pero Santiago dijo que un tal Lucian fue retirado del equipo o algo así no preste demasiada atención a esa parte.

No paso mucho rato cuando dijo que iba por un trago y nos invito a ir con él, yo tenía un poco de duda al respecto, pero al final acepte-Esta bien yo acepto acompañarte-dije algo animado. La bebida siempre es buena y mas cuando no pagas. Así  que empuje la puerta y salí.

-Yo conozco un buen lugar para beber.-Le comente mientras nos poníamos en marcha.