[División G-15] ¡Esta gente es increíble!

Al parecer el capitán no mentía acerca de que algunos se interesaban por la división de Nara-san, pues antes de mí, ya había 2 marines más con el chico, los cuales entregaron sus papeles. Al momento de entregar mis documentos, la chica de cabello azul se presentó con migo.

No supe cómo debía reaccionar por lo que simplemente realice una reverencia para no parecer descortés.

Unos momentos después Santiago-san firmó los 3 papeles y dijo que ya éramos oficialmente parte de la división del G-15, a lo cual no pude evitar sonreír felizmente, pues ahora sería tratada como una marine y no una niña.

El sargento comentó algo acerca de querer ir a beber y que si queríamos podíamos acompañarlo, por uno momentos dude un poco, pues lo más seguro es que no podría ni pronunciar una palabra y me tomarían por alguien rara, pero sí de ahora en adelante ellos serían mis compañeros lo mejor era comenzar a intentar socializar. Al ver que Eren decidió aceptar la invitación del sargento me motivo ligeramente a aceptar pero antes de tomar una decisión saque la libreta con la que siempre cargo de mi bolsillo, escribe algo en ella y luego arranque la hoja para luego dársela a Aqua.

¿Usted piensa ir a?

La verdad preferiría que Aqua también fuera pues de ella desprendía una especie de aura que me tranquilizaba, como si se tratara de una hermana mayor.

Escribí otra nota y también se la dí.

¿Puedo llamarla Onee-sama?

Santiago firmo nuestras solicitudes, vaya ahora eramos 3 novatos en la división que había atrapado al pirata Reddas, ¡Esto es increíble!.

El nuevo sargento nos invito a tomar unas copas, no bebía alcohol pero supongo que podía tomarme alguna otra bebida.

La otra nueva chica, Elisabeth, escribió algo en una libreta y tras arrancar la hoja me a dio, en ella ponía: "¿Usted piensa ir a?" . ¿Por qué lo escribía? ¿Le daba vergüenza? ¿O acaso era muda?

-Si, creo que ahora que somos nakamas debemos conocernos un poco mejor, ¿vendrás?- le conteste con tono dulce y una sonrisa.

Me dio otra hoja con algo escrito: "¿Puedo llamarla Onee-sama?" , aquello me pillo desprevenida, ¿Me consideraba una hermana mayor? aquello hizo que me sonrojase un poco pero me sentía muy cómoda hablando con Elisabeth y en cierto modo a pesar de que nos conocíamos desde hace unos minutos sentía un gran afecto por ella, en parte podría decirse como una hermana pequeña.

-Claro Eli-chan, ¿vamos con los demás?.- dije esta vez con una sonrisa aun más amplia.

Tenía la sensación de que iba a llevarme mejor con Eli-chan que con cualquier otra persona de la división, tal vez por ser chicas en un oficio generalmente de hombres.

Me quede junto a ella mientras seguíamos a Eren y a Santiago hasta el lugar donde íbamos a tomar algo.

-Dime Eli-chan, ¿No tienes miedo por todo esto?, es decir, en su camino al Grand Line han luchado contra Reddas, un tipo peligroso, en el Grand Line encontraremos a piratas aun más fuertes.- yo misma estaba bastante asustada, aunque me defiendo bien no tengo experiencia.

Mire a Eli-chan "No dejare que te pase nada" pensé, algo en ella hacía que sintieses simpatía por ella y quisieras protegerla aunque no la conocía, tal vez fuese ella la que tenía que protegerme a mi. -Je, je.- se me escapo un leve risa cuando pensé en ello.

El joven aceptó mi oferta y accedió a llevarme a un buen lugar, mientras que las 2 chicas no habían mencionado nada, pero podía escuchar la voz de Aqua hablando con alguien.

Eren nos llevó dentro de la ciudad y a los pocos minutos de caminar llegamos a un establecimiento del cual se podían escuchar algunas risas y las pláticas desde el interior.

-Parece un buen lugar.

Voltee para poder ver a mis compañeros y saber con quienes me encontraba en este momento. *Veamos… es Eren, Aqua y Elisabeth*

-Pues vamos, que desde hace un rato espero esto.

Entre a al lugar tranquilamente y le di una inspección rápida con la mirada para buscar un lugar donde pudiéramos sentarnos. Lo primero que noté fue la mirada de unos pocos individuos entre el resto de da las demás personas que decidieron no darme importancia y mejor continuaron con sus pláticas.- ¡OH!, ahí hay una mesa disponible, vamos chicos hay que sentarnos primero.-Dije en un tono un tanto infantil.

Mientras me dirigía la mesa saludaba o todo aquel con el que me cruzara.-Buenas tardes-Fueron las palabras que continúe pronunciando hasta llegar a la mesa y sentarme, siendo el primero.

Un hombre un poco mayor se acercó a la mesa, para luego decir.- ¿En qué puedo ayudarlo?

-¿Tienes bebidas con cola?-Aquella pregunta dejo escapar una pequeña risa burlona al hombre.

-Bueno… si,¿ Le gustaría que le trajera alguna?

-Si, 2 botellas de cola y una de ron… mis amigos también piensan pedir algo, ¿puedes tomar su orden cuando se acerquen?

-No se preocupe.

Me quite mi arma de la espalda para estar más cómodo y la deje recargada en el borde la mesa a un lado de mí.
Cuando todos estuvieran sentados haría la siguiente pregunta.

-¿Por que decidieron ser marines?.-Con un tono bastante serio.

OFF:

El sargento parecía ser una persona un tanto “animada” por así decirlo, pues entrar a un lugar como ese pretendiendo que todos son sus amigos puede costarle algo caro.

Solté un gran suspiro mientras lo seguía unos cuantos pasos atrás. Cuando me acerque a la mesa un hombre me pregunto qué es lo que me gustaría pedir.

-Ron, si fuera tan amable.

Me quité los 2 sables que tenía a mis lados dejándolos recargados al igual que Santiago en el borde la mesa, para luego sentarme en una de las sillas mientras esperaba que mi bebida llegara.

-Perros de la marina-Pude escuchar a un par de sujetos, por un momento casi me levanto de la mesa y me dirigía hacia ellos, pero la voz del sargento me regreso a la realidad.

-¿Por que decidieron ser marines?

-Unos malditos me arrebataron lo más preciado que tenía en este mundo y solo porque fui un cobarde...- Mi bebida llegó junto con las demás, le di un pequeño trago y continúe. –Poco tiempo después de eso los encontré de nuevo, ellos estaba ebrios por lo que no fue difícil enfrentarme…podía acabar con sus vidas en ese momento, pero no podía dejarme caer a su nivel simplemente.-Nuevamente le di un trago a mi bebida, pero esta vez más largo.-La marina era mi mejor opción para llevar a cabo mi deseo sin tener que convertirme en un asesino.

No lograba entender el motivo de preguntarnos acerca de la razón de nuestro ingreso a la marina ¿A caso quería nos conociéramos un poco más entre nosotros?, ¿Simplemente quiso iniciar una conversación? O ¿Era un forma de tratar de conocer a las personas con las que trabajaría?.

Miedo… Claro que sentía miedo y más aún después de haber leído el testimonio de Lucian, de solo imaginar lo que sería ver a un compañero tuyo ser asesinado frente a tus ojos  hacia que un enorme escalofrió recorriera mi cuerpo entero.

Comencé a escribir en la libreta mientras caminaba, para luego dársela a Aqua-nesan.


Inmediatamente comencé a  escribir de nuevo.


-…Y y bueno… a ahora también t te tengo a ti.-Por más que intentaba  no lograba que mis frases fueran más fluidas.

Santiago y Eren se detuvieron frente a un edificio del cual se podía apreciar el olor a alcohol.

Esta era mi primera vez entrando a un lugar como ese. El sargento se comportaba de manera un tanto peculiar, pues parcia no importarle que en ese lugar solían reunirse algunos piratas y no les agradaba para nada la idea de ver a un marine, ¿Cómo sería la reacción con 4?  
Entre al lugar casi pegada a Aqua, sujetándola fuertemente de su brazo, trataba de no hacer contacto visual no nadie, por lo que solo me concentre en mirar al sargento. Para ser sincera sentía algo de envidia, ¿Cómo es que él podía dirigirle la palabra a todas esa personas. Cuando llegamos a la mesa me senté a un lado de Aqua y de Eren.

Escribí en un papel mi pedido y se lo entregue al señor.

La pregunta de Santiago-san como su cambio repentino de humor me tomo por sorpresa. Mientras escribía mi repuesta, Eren comenzó a contar un poco de su pasado, el cual me dejó un poco triste. Mientras Eren hablaba, las bebidas llegaron, le di un pequeño sorbo al refresco, para luego continuar escuchando a Eren.

Termine de escribir y le di la libreta al sargento

Eli-chan seguía pasando notas con las que hablaba, era una actitud muy mona. Escribió que con el Sargento y el Sargento Mayor se sentía segura, y en cierto modo yo también.

Entremos en un un bar bastante lejos de lo que pensé en un momento dado, mientras el ahora sargento Santiago pedía unas cosas Eli-chan se aferraba fuertemente a mi brazo, aquel lugar era un poco siniestro para que unos marines se reuniesen pero ¿Por qué el sargento lo habría querido así?.

Cuando ya todos teníamos nuestras bebidas Santiago pregunto el porque nos unimos a la marina. Eren contó una historia escalofriante y Eli-chan le dio un papel al Sargento para que leyese en voz alta.

Contó que se unió por tradición, nacida en familia de marines es con lo que había soñado.

Luego era mi turno, la verdad es que me sentía un poco raro aquí, yo tenía 21 años y seguramente le sacase un par de años a todos o más, incluso tenía más edad que el Sargento Mayor Nara, era un poco vergonzoso ser todavía una recluta aunque supongo que aquello era normal si tenemos en cuenta con la edad que me inscribí.

-Bueno ... Yo no me uní por tradición, venganza ni nada de eso ... Simplemente quería hacer algo de provecho y ver mundo, se que hay trabajos mejores y más seguros que permiten hacer esto pero siempre he tenido la sensación de que las divisiones son como familias y parecían geniales, exceptuando las peleas que no son mi punto fuerte ja, ja, ja ...- me sentía un poco avergonzada, cogí la bebida y empecé a beber todo lo que había, sin tomar aire.

Escuche atentamente cada historia, con excepción de la Elisabeth, la cual leí  ah todos.

-Hey hey, tómalo con calma Aqua o podrías ahogarte.-Creo que no debí hacer esa pregunta aun, pero bueno ya no se podía hacer nada al respecto… o tal vez sí.

Coloque mis palmas a ambos lados mi rostro y comencé a presionarlo para deformarlo-Que opinan, ¿Me veo más guapo?, ¿Alguna de ustedes señoritas saldría con migo?- No me importaba quedar como un idiota si con esto les sacaba una pequeña sonrisa a esos 3.

Deje de presionar mi rostro para darle un gran trago a una de las botellas cola que tenía, para luego sacar una pequeña licorera de mi bolsillo con intención de llenarla hasta el tope con ron y guardarla de nuevo.

Algo llamo mi atención fue la menor cantidad de voces y sonidos dentro del bar. Esto se debía que gran parte de las personas comenzaban a salir, dejando a unos personajes un tanto sombríos, pero era poco probable que trataran de hacer algo que rompiera la calma de este lugar o al menos eso el que quería pensar.

-Pero que demo...- Pensé mientras trataba de aguantar las ganas de reír. Definitivamente este chico no tenía la actitud de ningún sargento que hubiera conocido antes, pero algo era seguro...

Una ligera sonrisa se dibujo en mi rostro mientras cubría mis ojos con mi mano izquierda para evitar mirarlo o comenzaría a reír fuertemente.

Cuando pregunto acerca del ambiente no pude evitar mirar a mis alrededores solo para notar que era cierto, ¿En que momento fue que el numero de personas disminuyó enormemente y no solo eso, aquellos que aun se encontraban dentro del establecimiento no tenían aspecto de simples sibiles.

Lentamente acerque mi mano derecha hacia uno de mis sables para estar preparando en caso de que las cosas se pusieran violentas.

Coloque mis manos sobre mi boca para evitar reírme ¿Era correcto el que me riera de un superior?. Al ya no poder aguantar más recargue mi rostro sobre la mesa ocultado mientras dejaba escapar una pequeña risa y golpeaba ligeramente con la palma de la mano.

Durante un par momentos continúe riéndome hasta que me percaté de que algo raro se sentía en el ambiente. Todas la personas se habían marchado ya, dejando solo a quienes parecían ser delincuentes.
Oh, esto no me agrada nada-Pensé mientras veía a Eren tomaba su sable y aparentemente se preparaba para pelear.

Mire a Aqua-nesan un poco preocupada, no me gustaría que alguien resultara herido si había que pelear, pero no significaba que no haría nada por evitar eso.

Aquellos personajes se levantaron de sus asientos y comenzaron a acercase hacia nuestra mesa.
-Perros, no saben que los marines no son recibidos en este lugar.-Aquel sujeto se colocó detrás de mi asiento, puso su mano en mi hombro y continuo.-Saben novatos, puede que no lo sepan, pero yo soy un muy temido criminal y a menos que no quieran salir descuartizados de este lugar, les recomiendo que nos den todas sus posiciones de valor o podrían dejarnos con las chichas.-El hombre me tomo por la camisa y fácilmente me levantó de mi asiento acercándome un poco a su rostro.-Que me dices novato, es un buen trato.

Mis pies no lograban alcanzar el suelo *Genial, y yo que quería pasar un tarde tranquila*Con la mirada trate de ver a que nos enfrentábamos, 4 o tal vez 6 individuos contando al que me sostenía. -Bueno, sabes, la verdad soy pobre y no tengo nada que podría ser de valor, o tal vez.-Voltee hacia donde se encontraba mi espada recargada.-Que te parece asa espada.-Señale con mi mano izquierda mientras sonreía.

El hombre siguió la dirección de mi mano hasta donde se encontraba el arma.-Eres bastante…
- Surappu joō- Mi puño derecho se cubrió por el aura azul, para luego golpearlo con todas mis fuerzas en su mandíbula. El impacto hizo que el hombre me soltara mientras este caía de espaldas.

El resto de los hombres por unos momentos se quedaron quietos.*Creo que esto terminó* Pero después de asimilar la situación desenvainaron sus armas y se prepararon para atacar.

Nuevamente le di un trago a la botella de ron con mi mano izquierda, mientras que con la derecha sostenía el sable.Observe como se dirigían hacia nosotros unos tipos.

*Que diablos se creen* pensé. No tardo en decir que era un temido criminal y quería todos los objetos de valor o a las chicas y tras decir eso levantó a Santiago.-¡Hijo de...!-Trate de levantarme rápidamente,pero una katana en mi cuello hizo que me sentara de nuevo en la silla-A donde crees que vas idiota-Dijo el bandido. En esta situación no podía hacer nada sin que mi enemigo se diera cuenta, pero cuando el sujeto que había levantado a Santiago calló al suelo, me brindo la oportunidad que necesitaba. Logre quitarme el arma del cuello y patie la silla en dirección de mi enemigo para golpearlo con ella.

El impacto lo aturdió un poco-Maldito bastardo me la pagaras-dijo mientras se preparaba para atacar con su katana. Tome mi otro sable y los desenvaine rápidamente, para poder bloquear su ataque. Nuestras espadas chocaron y con problemas evitaba que su katana continuara avanzando.

-Jajaja, que pasa cachorro de la marina, ¿soy muy fuerte para ti?.
-No, es solo que.-Una patada directa en sus bolas hizo que soltara el arma y se tirara al suelo desmayado.-Me imaginaba como se escucharía eso.- El sujeto no parecía que se volvería a levantar, por lo que lo voltee puse mi pie en su pecho y dije-Yo soy la justicia en persona, aquel que piense que puede romperla fácilmente... morirá en mis manos-dije con una expresión sombría hacia el resto de los enemigos.

Un hombre que decía ser un criminal peligroso pidió que se le entregara todo aquello de valor que tuviéramos en nuestro o podían darnos a nosotras. Esa última frase hizo que un escalofrió recorriera mi cuerpo, pero cuando el sargento fue levantado su asiento con una facilidad hizo que mi corazón casi se parara del miedo.
El sargento pareció acceder a darle su espda.*El sargento en verdad tiene miedo de él, por favor no me diga que también pensara en dejar que ellos…*Antes de que pudiera terminar mi pensamiento, algo azul comenzó a rodear el puño del sargento, para luego golpear al sujeto y dejarlo fuera de combate.
Eren por su parte también había logrado dejar fuera de combate a otro enemigo, pero debido a que me había centrado en mirar al sargento solo pude ver cuando colocaba su pie sobre el enemigo.
Espera, no era el momento de estar viendo a mis compañeros, tenía que ayudarlos de alguna manera, mire la espada del sargento que se encontraba aun recargada en la mesa. Me levante rápidamente de mi asiento y tome la espada para poder dársela, pues estaba segura de que no podría pelear completamente sin ella, pero antes que pudiera entregársela un hombre un poco corpulento me la arrebato de las manos, me empujo de una patada y la desenvaino.
-Venga niña, será mejor que vengas migo, sino quieres que te haga daño-Dijo mientras sonreía maliciosamente.
Me puse de pie rápidamente y me coloque en posición de defensa, tenía que recuperar esa espada, pero mi cuerpo no dejaba de temblar a causa del miedo.
-Enserio planeas enfrentarte a mi sin armas, pues bien, un podrás servirme muerta.-Tras decir eso se abalanzó sobre mí con la espada en alto y listo para atacar de manera descendente, este ataque logre esquivarlo fácilmente, pues parecía que era la primera vez que mi enemigo tomaba un espada. Rápidamente mi enemigo trato de hacer otro ataque desesperado, pero esta vez trate de esquivarlo mientras me acercaba a mi rival. La hoja me cortó ligeramente a la altura de las costillas, pero trate de ignorar el dolor, para luego colocarme en posición de ZEN KUTSU DACHI y golpearlo en el pecho con la mayor fuerza posible tratando de hacerlo caer.

El Sargento Santiago empezó a hacer bromas, una leve risa se me escapo aunque me puse con un ligero disimulo la mano en la boca para que no se notase demasiado. ¿De verdad esta gente había atrapado a Reddas? Si un oficial era así ¿Cómo serían los demás? Solo de pensarlo se me volvió a escapar una risa.

De pronto se apreciaba como el local empezaba a disminuir en lo que clientela se refería hasta que solo quedaron unos tipos con aspecto amenazantes, que nos vigilaban. Mire de reojo a Eli-chan preocupada por si algo pasaba, no sabía si los demás se habían dado cuenta de aquellas miradas hostiles pero lo mejor sería no decir nada para no llamar la atención más de lo necesario.

Uno de los hombres se acerco al Sargento y tras una breve charla de amenazas por parte del hombre y especies de burlas por parte del Sargento este último golpeo al hombre hasta dejarlo en el suelo. Después la cosa continuo con Eren y hasta con Eli-chan, esto último me preocupo bastante.

Saque mi katana y me acerque a Eli-chan para tenerla más a la vista. -Esto se pone feo, nos superan en número. Eli-chan no te alejes mucho.- dije mientras sostenía mi katana en lo alto aun sin lanzar ningún golpe apresurado.

Estos tipos parecían ser más débiles de lo que decían, pero aun así era mejor no confiarse y tener cuidado con ellos.

Elisabeth pareció querer acercarme mi espada, pero se topó con un problema el cual canceló toda intención por parte de ella.

-¡Elisabeth!-Dije al momento que me disponía a ir a ayudarla, pero algo me tomó por el tobillo y me hizo caer al suelo.-Pero que mier…-El sujeto al que acaba de golpear rápidamente se colocó encima de mí.

Antes de que pudiera hacer algo para quitármelo de encima, colocó sus manos en mi garganta y comenzó a apretarla.

Intente quitármelo de encima, pero las fuerza ya comenzaban a abandonarme, por lo que no podía concentrarme para hacer mi Surappu joō . *Maldición… tengo que darme prisa y…* Algo en los pantalones del sujeto llamo mi atención y posiblemente era mi única oportunidad de zafarme de esto. Estire mi brazo lo más que pude tratando de tomar una pequeña pistola que se asomaba *Solo un poco más… ¡La tengo!* Primero apunte hacia uno de sus costados, pero esto podría matarlo, por lo que mi siguiente opción era una de sus piernas.

El sonido del disparo se escuchó, acompañado de un pequeño lamento de dolor por parte de mí rival. Retiró sus manos de mi cuello, se tiró a un costado del suelo y comenzó a hacer presión sobre su herida sangrante.

Me puse pie y esta vez me asegure que mi enemigo no se levantara de nuevo, al darle una patada en su mandíbula, dejándolo inconsciente.

Atore la pistola entre los vendajes que tenía en mi brazo izquierdo y me dirigí hacia donde se encontraban Elisabeth y Aqua.

Solo quedaban 4 enemigos.

Habían pasado ya unas horas desde que había regresado, me encontraba bastante mejor, los dolores habían cesado por la gran cantidad de pastillas varías que había ingerido. Pasaba el rato en silenció pensando en lo de Lucian ... Mire a una esquina de la habitación donde tenía una pequeña mochila y al lado un alargado bulto envuelto en vendas. -Me hubiese gustado dartelo Lucian ...- dije para mi mismo.

Me levante de la cama y me quite el pijama que me dieron y me puse mis ropas habituales. Una vez vestido sacudí mi chaleco táctico y hice un par de estiramientos sin forzarme demasiado para que la herida no se abriese. -¡Guah! No puedo seguir hay tumbado ademas ...- me toque con suavidad el lugar donde tenía la herida -Estoy echo un toro jajaja.- reí. Cogí aquel bulto envuelto y me lo cargue al hombro, ahora podía andar bastante mejor. Volví a escapar igual que la última vez,; de la ventana al tejado, del tejado a un pequeño patio y del patio a la calle.

-Mmm ... Creo que debería ir a presentarme a los nuevos ¿donde estarán?.- murmure mientras caminaba buscando a alguien que me pudiese ayudar. En la terraza de un pequeño bar vi a dos reclutas de nuestra división, me acerque a ellos. -¿Qué hay chicos?.- salude.

-¡Oh! Sargento ¿Como usted por aquí? Descanse descanse ...- rió uno, se notaba que estaba algo bebido. -¡Somo heroes! jjajaja.- volvió a reír.

Mire al otro recluta que estaba con el, este parecía estar en plenas facultades -¿Habéis visto a Santiago?.- le pregunte. Este asintió y me explico que le habían visto en una tasca algo alejada, me explico el camino. Después me despedí y me fui por donde me había explicado el recluta.

Tardé un buen rato en llegar, me perdí un par de veces y tuve que preguntar en más de una ocasión. Cuando estaba en la puerta había algunas personas fuera del local y de dentro se escuchaba un gran alboroto. -No ... vamos no me jodas.- gruñí al sospechar lo que estaba pasando.

Me abrí paso entre la gente y entre en el local y en efecto ... tal y como pensé allí se estaba librando un combate entre Santiago y los nuevos contra unos tipejos.

[Kage Nui (Costura de Sombra)] Mi sombra se materializo y se dividió en cientos de pequeñas agujas que se dirigieron velozmente a los 6 individuos, 2 de ellos en el suelo y a los 4 que aun estaban de pié y mi sombra dividida empezó a clavarse en sus cuerpos dejándolos inmovilizados.

-Vaya ... Ir a tomar algo y acabar a palos con todo el mundo, ¿Somos marines o piratas?.- intente sonar como un superior pero se me escapo una pequeña risa así que supuse que no lo había conseguido.

La batalla parecía estar a punto de empezar pues aún quedaban unos 4 enemigos de pie en la taberna.
Me coloque en posición de defensa con los 2 sables en alto para atacar a quien fuera que estuviera dispuesto a acercarse a mí, pero parcia que ninguno quisiera tener que enfrentarme después de presenciar lo sucedió con su compañero hace unos momentos.
Una voz se escuchó de des la entrada del bar. Era el sargento mayor, quien utilizo una extraña técnica y aparentemente inmovilizo a los atacantes.
-Jah, un gusto verlo de nuevo Sargento mayor- Dije mientras guardaba los 2 sables en sus fundas, para luego acervarme hacia donde se encontraba el sargento y esperar sus indicaciones

off:

El hombre corpulento pareció soportar bien mi ataque, pues apenas si logre hacerlo retroceder unos cuantos centímetros donde estaba parado.

Por unos momentos el hombre corpulento permaneció en silencio, para luego empezar a reír ligeramente mientras se tocaba el pecho con su mano izquierda.-Eso me ha dolido pequeña perra.-Mi rostro se llenó de miedo al verlo aun de pie, creí que con eso sería suficiente para vencerlo.-Ahora en verdad estoy furiosos.-Nuevamente se preparó para atacar. Mis piernas esta vez no parecían querer funcionar, al ver la espada acercarse hacia mi cerré mis ojos y espere lo peor.

Nada parecía suceder, por lo que abrir mis ojos lentamente para ver lo que ocurría, todos estaban paralizados y no lograba comprender la razón, hasta que escuché la voz del Sargento mayor. Aparentemente él era la razón por la que los enemigos no podían moverse.

Suspire aliviada mientras mis piernas cedían dejándome en el suelo. Un pequeño ardor me recordó que el corte recibido anteriormente, lleve mi mano hacia mi herida y noté una pequeña humedad que emergía de ella.

-Estoy sangrando-Susurre ligeramente mientras que con mi mano realizaba presión para detenerlo.

Nuevamente me puse pie y me coloque alado de Aqua-nesan .

De repente nuestros enemigos se quedaron paralizados y una voz sonó desde la puerta, en un principio no pude distinguir quien era pues estaba a contra luz y solo se veía la silueta. Cuando se acerco más pude distinguirle.

-¡Sargento Mayor!.- exclame.

No tuve tiempo de pensar mucho en lo que acababa de pasar y el porque estaban paralizados los alborotadores ya que Eli-chan empezó a sangrar -¡Eli-chan! ¿Estas herida?.- exclame nuevamente. me agache y presione la mano que tenía en la herida mientras un poco de sangre salía de ella. -¡Eli-chan esta herida! Que alguien haga algo.- grite en la sala para que todos me prestasen atención. Yo no era médico así que no tenía ni idea de que hacer, me arranque un trozo de tela del pantalón y lo puse encima de la herida a modo de venda improvisada.

off:

Al ver al sujeto con mi espada mi puño nuevamente se cubrió por el aura azul y me dispuse a golpearlo en el rostro, pero no lograría llegar para evitar que realizara su ataque sobre Elisabeth.

El enemigo pareció quedar paralizado por alguna razón, de hecho el resto de los sujetos parecían estar también paralizados. Cuando me encontraba cerca del sujeto corpulento pase mi mano delante sus ojos pero no hubo respuesta, por lo que le arrebate mi espada y el aura dejo de fluir sobre mi puño.

La silueta de alguien en la puerta llamó mi atención y después de mirarla unos momentos me di cuenta de que era el Sargento Mayor Nara.

Realice el saludo militar.-Sargento Mayor, es mi culpa, pido disculpas por esto.-Dije seriamente aun realizando el saludo, pero al escuchar a Aqua decir que Elisabeth estaba herida le preste toda mi atención. Me incline cerca de ella para poder ver el daño.

Me levante nuevamente y me acerque hacia Shikamaru.-Sargento Mayor, podría darnos un mano con esto, creo que no es tan grave, pero yo no soy médico.

Cuando entre algunos se sorprendieron de verme y incluso Santiago intento tomar toda la responsabilidad de lo sucedido pero de repente la voz de la chica peliazul, Aqua creía recordar llamo la atención de todos. La chica que estaba con el capitán estaba sangrando por una herida debajo de las costillas.

-Cuanto más intentéis moveros más os dolerá, paciencia pronto irán a un calabozo.- dije cuando pasaba al lado de uno de los hombres.

Me agache y del bolsillo de mi chaleco táctico saque un pequeño frasco y un rollo de venda. -Aqua, échate a un lado.- le dije mientras le quitaba el tapón al frasco de cristal con los dientes. -Esto va a escocer.- le dije a la chica que estaba con el capitán, aun no conocía su nombre. Le eche la mitad del contenido del frasco, era alcohol puro, esto limpiaría la herida y evitaría infecciones. Después le rodee el costal con la venda.

-Bien, Aqua ayúdale a levantarse y a moverse.- guardé todo el material que sobro otra vez en el bolsillo.

Era la primera vez desde que me convertí en el Oficial al mando del G-15 que había echo falta mis dotes de medicina. No había sido nada importante pero era un dato que me había venido a la cabeza.

Me senté en la única silla que no estaba volcada - Ay ... Como el capitan se entere de esto ... Lo que me faltaba.- suspire -Aqua acompaña a la chica al hospital para que le curen mejor esa herida, y chico, Santiago.- dije refiriéndome a Eren y Santiago -Pedile disculpas al tabernero y limpiad todo esto.- les ordené. "Creo que es la primera vez que actuo como un superior" pensé.

La chica de cabello azul comenzó a decir que la chica peli-roja estaba herida, me acerque un poco para ver lo ocurría, pero al no ser nada interesante levante una silla y me senté en ella mientras miraba los pobres inmóviles.

El sargento mayor se acerco a la chica y comenzó a realizar las tareas de curación. Mientras le colocaba el liquido en la herida, yo miraba el abdomen descubierto de la chica mientras una ligera sonrosa se dibujaba en mi rostro. Un golpe en mi cabeza me sacó de mi trance y al mirar a la persona que me había golpeado era Santiago.

*Venga amigo, no puedes negar que es una chia linda y por lo tanto no se puede evitar...*Pareció leer mi mente pues un nuevo golpe agacho mi cabeza un poco.
Cuando alce la mirada de nuevo, Shikamaru ya había terminado de atender a la peli-roja, para luego indicarle  la otra chica que la acompañara al hospital para que realizaran un mejor trabajo. Mientras que Santiago y yo teníamos que limpiar el bar.

*Que fastidio, soy un marine es natural arruinar unas cuantas cosas mientras arresto a los malos, por que tengo que limpiar* Pensé mientras levantaba unas cuantas sillas y mesas tiradas.

Al terminar esperaría la siguiente indicación a seguir.

El puño del sargento nuevamente se encontraba cubierto por algo azul, pero al parecer cuando vio que el peligro había pasado regreso a la normalidad. La verdad estaba interesada en eso y me preguntaba si el Sargento me podría enseñar a hacerlo.

Cuando Aqua-nesan informo al resto de que estaba herida mi rostro estaba completamente rojo pues tenía las miradas de Aqua-nesan, Nara-san sobre mí y estaba segura que Eren también estaba mirando, aunque no precisamente la herida, pero Santiago-san se encargó de eso.

-A bue bueno, no no es tan grave, ya ya ni ni siquiera me d duele.-En verdad ya no sentía ningún tipo de dolor a causa de la pena, pero cuando Shikamaru-san vertió un líquido sobre la herida un pequeño alarido se me escapo acompañado de unas lágrimas. El sargento mayor comenzó a colocar una venda, para luego pedirle a Aqua que me acompañara al hospital, pero no veía la razón de esto pues que más se podía hacer, pero era mejor no cuestionar sus órdenes.

De camino al hospital, pensé lo que acaba de ocurrir.-Me congele, de no ser por el sargento mayor tal vez ahora estaría muerta… debo volverme más fuerte  no podre proteger a nadie-Mire unos momentos a Aqua.

-Onesama… garacias.- Para luego abrazarla ligeramente.

OFF:

El sargento mayor limpió la herida de Eli-chan y después la vendo, me ordeno que la acompañase al hospital, seguramente para que le diesen algunos puntos de sutura a la herida. Mientras tanto Santiago y Eren tenían que limpiar todo el estropicio.

-Lo siento.- dije en voz baja con una pequeña sonrisa, aunque no podía evitar sentirme mal por ellos ya que tenían que limpiar lo que todos habíamos desordenado.

Eli-chan andaba bien, no parecía nada de lo que preocuparse.

-Onesama… garacias.- se disculpo Elisabeth.

-¿Gracias? Yo no hice nada, lo hicieron ellos todo.- dije algo avergonzada -El Sargento es increíble, Eren también parece fuerte y el Sargento Mayor Nara esta a otro nivel ¿No crees? Vamos a esforzarnos mucho para llegar hasta ellos ¿vale?.- le sonreí.

No tardemos mucho en llegar al hospital, rápidamente le dieron los puntos en la herida y ya podíamos marcharnos. -Me gustaría ir a ayudar a los chicos, me siento mal por ellos jeje.- le dije a Eli-chan.

-Oye oye tu, ¿eres miembro de la división del Sargento Nara verdad?.- dijo una mujer que por el uniforme parecia ser enfermera.

-Esto ... Si me llamo Aqua.- me presente. ¿A que venia todo esto?.

-Dile a Nara que venga y que se lleve el alta, se ha vuelto a escapar y aunque no creemos que este al cien por cien ya no lo aguantamos aquí, ¿te ha quedado claro niña?.- se notaba que estaba enfadada y un poco frustrada.

-S-Si, se lo notificare, siento las molestias que les haya causado.- no se porque pero tuve la necesidad de disculparme por el comportamiento del sargento mayor.

Eli-chan y yo nos fuimos del hospital.

Después de que Aqua y Elisabeth se marcharan el Sargento mayor nos ordenó a Eren y a mí que nos disculpáramos y limpiáramos el lugar.

Me acerque al tabernero eh hice una reverencia inclinado a uno 45 grados.-Lamento mucho las molestias causas, no volverá a suceder.-Saque de mi bolsillo mi cartera y paga el precio de la bebidas y el daño causado.

-Tranquilo, debe ser tu primer día como marine.-Eso me sacó una sonrisa forzada.- Solo una cosa, no dejes que vuelvan por aquí-Señaló con su cabeza a los inmóviles.-Siempre se embriagan y causan problemas, ¡Me alegra que esta vez decidieran pelear con marines!-Esa última parte la dijo en un tono más alto y algo burlón aparentemente para que lo escucharan los sujetos.
Eren ya había comenzado a levantar las sillas y mesas, lo cual me dejaba la opción de recoger los vidrios y las botellas rotas.

Limpiar el lugar no nos llevó demasiado y de hecho parecía como si nunca hubiera pasado nada en ese lugar.

-Ya terminaos Sargento mayor Nara-Dije mientras realizaba el saludo militar.-Cual es la siguiente orden señor.

Eren y Santiago recogieron todo con bastante rapidez y después se disculparon. Yo mientras mantuve activa mi Kage Nui, los tipos con los cuales se habían peleado mi división se habían quejado un par de veces porque querían que le soltase.

Me levante de la silla en la cual había sentado y tras bostezar dije -Bien, si todo esta listo vamonos.- me acerque a los tipos que aun estaba paralizados. Desactive mi técnica y los que estaban de pié cayeron al suelo. -Vamos a ir a la base con tranquilidad ¿entendido?- les dije con sorna.

Saque un kunai de mi chaleco táctico y me acerque a la barra y agarre la sombra de unas jarras, la corte con mi kunai y la separe sus respectivas tazas. Luego uno a uno le fui colocando la sombra de cada jarra a modo de esposas.

-Jeje ...Ya esta todo listo, ¿Vamos?.- fui el primero en salir por la puerta mientras aun cargaba el objeto cubierto en vendas mientras Eren y Santiago custodiaban a los ahora prisioneros.

Por el camino a la base nos encontremos con Aqua y Elisabeth, tras decirle que estaba todo solucionado nos fuimos todos juntos a la base.

Al llegar los metimos en un calabozo y una vez dentro hice que las sombras se disipasen. -Bien, de esto ya se encargarán los demás.- dije.

En la puerta de la base me dirigí a Aqua, Elisabeth y Eren. -Puede que esto sea repentino pero partiremos en un par de horas, así que preparen las maletas que nos vamos. Cuando tengan echo el equipaje vengan al barco.- tras decir eso me fui con Santiago al barco donde ya estarían casi todos los miembros de la división.

Mientras caminabamos me acorde de el porque fui a ver a Santiago. -Ah oye Santi.- me pare y le mire -Felicidades por el ascenso, tengo un regalo para ti.- le tendí el objeto que había portado todo este tiempo. -Es una espada de Kairoseki, la debilidad de los usuarios de akuma no mi, te será útil en el Grand Line.-

Off-ROL: