La nube solitaria y sin rumbo{pasado con Erix]

Acababa de llegar a esta isla en la pequeña barca en la cual había partido de mi pueblo. El sol golpeaba fuertemente sobre mi cabeza y casi no había viento, era un día bastante sofocante. Me estaba dando una gran molestia el no encontrar sombra. Empece a caminar por la playa tierra adentro, tenia algo de sueño y el sol me estaba matando. Probablemente no vendría nada mal echarme una siesta. Llegue a la parte alta de un monte con un árbol, hacia abajo se podía ver una ciudad de estilo victoriana. Pero no me importaba la ciudad ni los que allí estuvieran, en estos momentos solo quería descansar. Me acosté a la sombra de aquel gran árbol y allí mismo me dormí. Aquel que se atreviera a interrumpir mi sueño se arrepentiría por el resto de su vida.

Off:

Tras la muerte de mi hermano, nunca creí que pudiese recuperarme, pero gracias a que había "nacido" en mí una nueva personalidad, pude superar el mal trago y continuar adelante, aunque ahora mis metas y aspiraciones habían cambiado por completo, ya no quería ser un marine sino un pirata, y mi manera de actuar, mis ganas de sangre y muerte, notaba como cada vez me gustaba más aquello. Estaba viajando en mi pequeña barca que solo disponía de dos remos, remaba simultáneamente con ambos para mantener el rumbo estable y recto, pues ya había vislumbrado una nueva isla en el horizonte.

Con largas brazadas conseguí que los remos empujasen con fuerza el agua para llegar en apenas unos minutos, la isla no parecía estar desierta, pero tampoco habia visto todavía ninguna ciudad ni nada por el estilo. Salte al agua de cabeza cuando ya estaba cerca de la orilla y nadé hasta ella. Cuando llegué allí, comprobé que llevaba conmigo un pequeño puñal y mi pistola de chispa y comencé a andar hacia el punto más alto para observar bien el territorio. -Shualala espero encontrar aquí alguna aventura, ahora soy un pirata y necesito llamar la atención de la marina de algun modo...- Mientras caminaba pensando en esto, vi a un chico tumbado debajo de la sombra de un árbol. -Shualala que interesante...-

Pasaron varias horas antes que despertara. La brisa era cada vez mas fresca, el sol ya se había empezado a ocultar. Me sentía bastante mejor luego de esa re-ponedora siesta. Abrí un poco los ojos sin romper mi pose y vi las nubes pasando por el cielo del atardecer. Bostece, ahora que iba a hacer. Tal vez me daría una pequeña vuelta por la ciudad y buscaría algo de comer. Mi verdadero propósito era ir a morder hasta la muerte a los cuatro Yonkou. Pero aun estaba muy lejos del grand line donde podría encontrarlos.

Me levante y empece a caminar, pude ver no muy lejos de mi a un herbívoro mirándome. No le di importancia pues si le daba alguna seria para matarlo. Puse mis manos en mis bolsillos y sin apuro empece a bajar lentamente por la colina caminando.

Al poco de quedarme allí parado esperando a ver lo que sucedía con ese pintoresco personaje, el tío se levanto y comenzó a caminar, me echó una mirada de reojo pero no me dio más importancia y continuó caminando. Al ver que seguía caminando pensé que era alguien de la isla y que posiblemente la conociese bien, así que corrí tras él mientras me reía descaradamente sacando la lengua por un lado de la boca. -Shualalalala ¿eres de aquí?- Pregunté repentinamente mientras daba un salto para ponerme a su par y observarle demasiado cerca.

Mientras caminaba tranquilamente por la ladera de la colina el herbívoro se me puso al lado y me hablo. Acaso este tipo quería morir. Ni siquiera le dirigí la mirada, su solo presencia era verdaderamente molesta así que le daría una oportunidad de alejarse me:

-Herbívoro, mas te vale desaparecer tu fea cara de mi presencia o te morderé hasta la muerte-seguí caminando con las manos en los bolsillos. Ya había alcanzado la mitad de la ladera. No quería darle una paliza ahora pues me daría mas hambre el golpearle.

Antes de que mi alegría fuese a más por haber encontrado a alguien, aquel irrespetuoso ser me amenazó de una manera muy rara, iba a morderme hasta la muerte. -Shualalala eres gracioso me gustas- Dije mientras le echaba la mano por encima del hombro y le rodeaba la cabeza. -Dime, ¿dónde puedo comer algo?- Le dije sonriendo y sacando la lengua.

El muy latoso parecía no entender lo que le decía. Tome mi tonfa derecha y le lance un revés de tonfa para mandarlo lejos. Este tipo era bastante molesto, ya tenia muchas ganas de matarlo, pero antes necesitaba comer algo.

-Es mi ultima advertencia, desaparece de mi vista herbívoro-seguí caminando intentando obviarlo.

Ese tipo parecía molesto conmigo, así que trató de espantarme utilizando unas tonfas, pero cuando fue a golpearme simplemente me agaché sonriendo. -Shualalala eso no esta bien amigo. ahora dime, ¿comemos algo?- Le pregunté mientras me colocaba de nuevo a su lado