El orgulloso, la dama y la tigresa [Priv. Evangeline]

Observé de reojo la pelea con Hibari. Sabía perfectamente que no tenía de qué preocuparme ya que no caería tan fácilmente. Tora había cogido a uno de los marines entre sus fauces y lo había lanzado contra el barco de la marina. Sonreí un poco, ella sólo se divertía con sus enemigos.
No me sentía muy bien derrotando a personas más débiles que yo, además de que me aburría, sentí que podía ser un golpe en la autoestima de unos cuantos. Pero bueno, eran ellos los que me atacaban así que... ¿qué hay de malo en que me defienda?
Un tipo con una enorme espada arremetió contra mi. Era una gran espada y tenía pinta de pesada... Y su poseedor tenía pinta de debilucho. Esquivé su ataque y el enorme arma se quedó semi-enterrada en el suelo. El chico que la lanzó intentó recogerla, pero no tenía demasiada fuerza. Lancé un par de ráfagas con la katana, haciendo que el chico saliera despedido por los aires. Se quedó inconsciente entre las ramas de un árbol así que no me preocupé demasiado y continué despejando enemigos.

El capitán de la marina se levanto con gran esfuerzo y jadeando. Saco de entre sus ropas un den den mushi para pedir refuerzos.

-Hola base...base de shelltown...tengo a un pirata problemático aquí-del otro lado demoraron un poco en responder:-Lo sentimos pero no podemos mandar a nadie pues todas las tropas fueron enviadas a combatir contra un Yonkou-la comunicación se corto. La mirada del capitán fue algo desesperada.

Así que en shelltown tenían información sobre el paradero de un Yonkou. Bien hacia allí iría no perdería mas tiempo con estos imbéciles. Corrí lo mas rápido que pude hacia el capitán y con el extremo largo de la tonfa le golpee en medio de la cara dejándolo inconsciente. Mire a Evangeline.

-Me voy a Shelltown, si quieres venir sube al barco-sin decir mas me subí al barco. Y empece a soltar amarras.

El oponente de Hibari resultó bastante herido y se quedó inconsciente, después de pedir ayuda y haber sido denegada. No me arrepiento de ser pirata, porque al parecer ellos no se ayudan entre sí. Y bueno... teóricamente los piratas tampoco.
La mirada de Hibari pareció cambiar, aunque no sabría decir porqué ni qué expresaba su mirada, pero hubo algo que me llamó la atención. Se subió al barco y me dijo que si quería ir a Shellstown me subiera al barco. No sabía qué hacer, pero si no iba no podría moverme de una isla a otra con libertad, a no ser que cogiera el barco marine y... Por toda respuesta, Tora se subió al barco y la seguí. Hibari soltó las amarras del navío y volvimos a navegar, rumbo a Shelltown.