Última parada en el East Blue

El sargento habló, como era costumbre en él de manera modesta y sencilla, decía que no quería verse con muchos problemas para llegar allí, por mi parte tampoco quería demasiados problemas, pero si podíamos enfrentarnos a algunos piratas y encerrar a otros, estaría muy satisfecho, teníamos que librar al mundo de esas bandas de sádicos y despiadados que solo buscaban el caos. Entonces el sargento se despidió y se fue a dormir, por mi parte, el día había acabado también, no estaba cansado pero iba a ir a mi cuarto a leer por última vez algunos libros escritos por marines que había estado en el Grand Line, en ellos hablaban sobre todas las cosas que les habían pasado y las adversidades climatológicas, por lo que quería conocerlas al detalle para saber afrontarlas. -Buenas noches sargento.- Le dije antes de que se fuese, poco después yo me levanté también. -Buenas noches Santiago...y a ti también, cocinero.- Me di la media vuelta y me marché por el estrecho pasillo hasta llegar a mi camarote donde me puse a leer.

-Que duerma bien Sargento-Casi terminaba de comer cuando  este se retiró y al poco tiempo Lucian también decidió retirarse-Igualmente Lucian- Respondí mientras movía mi mano a modo de despedida.
En la cocina ya solo nos encontrábamos el cocinero y yo, por lo que solo se podía escuchar el sonido de los cubiertos que tocaba el plato.

Unos minutos después mi plato se encontraba totalmente vacío  por  lo que me levante mi asiento y sin nada más que hacer me dirigí a mi habitación. Al estar dentro mi habitación lo primero que hice fue quitar la espada de la cama, dejándola recargada sobre la puerta, para luego colgar mi gorra del pomo de la espada.

Me senté en la cama para poder quitarme las botas, para luego recostarme y a los pocos minutos quedarme dormido.

Me levante bastante temprano, cosa que no solía ser normal en mi. Me puse el chaleco táctico y las sandalias que dejaban la punta de los pies al descubierto y me dirigí a cubierta.

-Buenos días Sargento.- dijo un marine que me sobresalto, era el mismo que me había levantado en nuestra llegada a Loguetown y tenía una amplia sonrisa.

-Buenos días.- respondí. -¿Donde esta el navegante? Quiero zarpar pronto.- le dije.

-Voy a buscarlo Sargento.- hizo un saludo militar y salio rapidamente en busca de Lucian, para informarle de que ibamos a zarpar ya.

OFF-ROL: