El G-15 rumbo al Red line

Un cabo había venido a avisarme a mi habitación de que el sargento quería partir, por suerte ya estaba despierto, pero me pilló semi desnudo, son solo un pantalón de chándal puesto, por lo que se quedó en la puerta un poco cortado. -Si si tranquilo, dile al sargento que voy inmediatamente, por ahora, di a los hombres de cubierta que vayan soltando la mayor, nos pondremos en marcha en unos minutos.- Con gesto serio el cabo corrió por el pasillo. Me puse mi camiseta blanca de tirantes con el símbolo de la marine en la espalda y me puse mi fajín de color azul celeste sobre el que iba colgada mi katana. Agarré mi Log pose y lo coloqué en mi muñeca y por último me encendí un cigarro. Mientras avanzaba por el pasillo iba dándole unas caladas.

Cuando llegué a cubierta me dieron ganas de gritar de alegría, por fin había llegado el día, encima hacía un sol bellísimo y una brisa marina que daba gusto. -Sargento, buenos días, voy a poner el barco en marcha.- Le dije mientras ascendía por la escalinata hasta llegar al timón. Las velas estaban listas así que eludiendo la profesionalidad grité. -¡¡Partimoooos!!- Y comencé a manejar el barco para alejarlo del puerto.

Aun me encontraba en la cama cuando creí escuchar la voz de Lucian, pero al encontrarme medio dormido no logre entender lo que decía.

-Porque tan temprano-Nuevamente trate de acomodarme para dormir un rato más y por poco lograba mi cometido, hasta que me levante de golpe.-¡Cierto!, ya no estoy en la base, ahora soy miembro del G-15.- Trate de levantarme lo más rápido posible de la cama, pero los movimientos brucos causaron que las sabanas se enredaran en mis pies causando que me cayera de la cama.

-No puede ser-Refunfuñe un poco enojado mientras me quitaba las sabanas para luego empezar a vestirme, posiblemente se podría escuchar un poco de alboroto y mi voz quejándose desde fuera del cuarto.

Tome la espada y salí del cuarto (con la espada en la mano) rumbo a cubierta.
-Buen día Lucian- Dije mientras saludaba con mi mano-Buenos días-Continúe saludando a todo marine con el me cruzaba mientras camina a una las partes laterales del barco con intención de mirar el mar.

Lucian vino con bastante rapidez y rápidamente se puso al timón. Unos minutos más tarde apareció Santiago.

Estaba en la zona más alta del barco, donde se situaba el timón.

-¡Bien chicos, atended un momento!.- grite para que todos me escucharan, al momento dejaron de hacer lo que estaban haciendo y me miraron para ver que tenía que decir. Nos dirigimos al mar más peligroso del mundo, los piratas de allí son poderosos, muy poderosos , y nosotros ¿que somos?. Unos marines sin experiencia, y yo: un tedioso que ni siquiera debería estar aquí liderando esta división.- tome aire -No puedo asegurar vuestra supervivencia, ni siquiera puedo asegurar la mía propia ... Por suerte para vosotros nuestra base esta en la corriente menos concurrida de todas, pero los revolucionarios abundan así que tened los ojos bien abiertos. Dicho esto, podéis seguir con vuestras tareas.- me di la vuelta y cuando llegue a una barandilla me senté en el suelo apoyando mi espalda en dicha barandilla.

Cuando ya estaba maniobrando para sacar el barco del puerto, el sargento pidió un momento un poco de atención para que escuchásemos lo que tenía que decirnos. Como no podía parar el barco en seco, simplemente reduje su velocidad y continué despacio para prestar atención. El sargento volvía a infravalorarse, pero yo estaba seguro de que si estaba allí era por algo y no por suerte, se lo había ganado. Con lo de no poder asegurar la vida segura a los hombres, ahí ya tenía más razón porque había piratas muy fuertes en ese mar pero igualmente éramos un grupo fuerte así que tampoco lo iban a tener tan fácil. -Sargento, buen discurso, pero estas en el cargo por algo, sino nos hubiesen destinado con otro hombre, además somos un grupo fuerte, seguro que los piratas tampoco lo tienen tan fácil.- Dicho esto, aumenté ala velocidad del barco y salimos a alta mar.

Una ligera sonrisa se dibujó en mi rostro mientras escuchaba al Sargento, cuando este término de hablar me recargue sobre la barandilla lateral del barco para poder ver el océano.

*Piratas eh* Mi mirada se encontraba perdida en el mar. *Una cosa era entrenar con una persona, pero matar* Mire la espada por unos momentos solo para recordar el entrenamiento que recibí con los marines. *¡No!, no debo dudar a la hora del combate o el que terminara muerto seré yo, o* Gire mi cabeza para poder a Lucian y el Sargento *No seré débil*

Colgué la espada en mi espalda y di un gran suspiro, ahora me sentía un poco más aliviado.

Off-Rol:

Al terminar alabo en gran parte "mi discurso" pero también me dijo que no me habían puesto al mando de esta división por nada "Si, para librarse de mi" pensé, pero no lo dije.

Cuando Lucian volvió a prestar atención a la navegación le mire ... "Quizás el no tenga problemas ... Su Akuma es poderosa y sin duda la ayudara" sin embargo los otros miembros no tenían ningún poder en especial, al menos que yo supiese, tendrían que valerse al 100% de su habilidad.

Me recoste un poco más y mire las nubes como solía hacer, envidiando su libertad.

En el mar, no muy lejos de vuestra posición actual uno de los piratas más temido del Mar del Este, un pirata que escapo de su ejecución en el East Blue ... "Aquél maldito chico de la sombra, si no hubiese sido por el hubiese podido escapar con el rehén y haber conseguido una buena embarcación y no esta balsa echa polvo" pensaba con resentimiento.

De pronto en la lejanía pudo ver un pequeño buque que a juzgar por su aspecto era de la marine. "Je, je ... Si tengo suerte podre engañarles y después asesinar a todos" .

-¡AYUDA! ¡AUXILIO!- grito para que aquel barco le oyese.

Había conseguido mantener un rumbo fijo, el poco viento que soplaba aquel día nos venía por detrás por lo que era muy bueno ya que cogíamos más velocidad, aunque había oído que los barcos modernos de la marina ya disponían de algunas turbinas y motores cuando no soplaba el viento, pero no sabía si este pequeño buque era tan moderno o no. Por el momento, el viento nos empujaba a una velocidad propicia para llegar hacia la Red line en apenas unos días. El sargento estaba recostado en la barandilla y los demás marines de cubierta cumplían con sus funciones, yo en cambio de vez en cuando alzaba la vista para mirar las nubes y pensar en todo lo que nos quedaba por recorrer y las cosas que debíamos de hacer para traer la justicia al mundo, en ese momento escuché algo que parecía venir del mar. -Hombre a la deriva.- Grito uno de los marines que estaba situado en lo alto del mástil. -Sargento, hay alguien ahí.- Le dije al sargento mientras comenzaba a virar hacia donde estaba el hombre en una pequeña barca.

-¿Un hombre?, ¿Dónde?- Pregunte a un marine que se encontraba cerca de mí.
-Justo ahí-Me contesto mientras señalaba una pequeña barca.
*Sera un náufrago o algo por el estilo, también podría ser… eso no importa por el momento, ahora mismo hay que subirlo al barco*
Comencé a buscar una cuerda o algo que sirviera para ayudar al hombre y tras unos momentos logre encontrar una con posiblemente el tamaño necesario para realizar el trabajo.
Me dirigí hacia donde se encontraba el Sargento y tras realizar el saludo militar dije –Sargento, si usted lo autoriza con esto puede que podamos subir al hombre que se encuentra a la deriva.-Le mostré la cuerda y espere su respuesta.
Si el sargento la autorizaba procedería a amarrar un extremo de la cuerda al barco, para luego arrojarle la otra al hombre y de este modo pudiera subir.

Mientras observaba con calma las nubes Lucian me advirtió que había alguien, más tarde Santiago dijo que era un hombre naufragando y que si daba la orden de subirle.

-¿Qué diablos haría alguien a la deriva por aquí?- dije para mi mismo. -Si, subirle.- me puse en pié, me sacudí el polvo y me dirigí a las escaleras que bajaban de la zona del timón a la parte central del barco, para presentarme al naufrago.

El hombre estaba ahora apoyado en dos marines, estaba cabizbajo así que no podía verle la cara, seguramente estuviese moribundo.

-Buenas, soy el Sargento Nara, si tienes hambre le daremos de ... - enmudecí al ver la cara de aquél tipo ... ¡Era el pirata de Loguetown! -¡ALEJAROS DE EL!.- grité a los 3 marines, 2 que lo sujetaban y a Santiago que estaba enfrente.

-¡¡¡Kage no seisō!!!- (Sombra atrapadora) mi sombra se alargo a una gran velocidad y agarro a la de Santiago, acto seguido tire de su sombra atrayendo hacía mi a Santiago también, para alejarlo del pirata.

Los marines se acercaron un poco más y echaron una cuerda la cual Reddas cogió y espero a que le subiesen, se apoyo en dos marines, estaba un poco débil.

-Buenas, soy el Sargento Nara, si tienes hambre le daremos de ...- dijo una voz pero calló cuando Reddas le miro. "Es el" pensó, el marine ordeno que se alejaran todos pero el pirata saco sus dos sables velozmente y ataco a los tres marines, al de la derecha, la izquierda y al del centro, consiguió asesinar a los de los laterales pero el del centro logro escaparse por los pelos.

-¡Jajaja! Parece que mi suerte ha cambiado ¡¿Te acuerdas de mi?! ¡Jajajaja!- rió poniendo sus dos espadas en posición de ataque.

Entre Santiago y otros dos hombres lograron sacar del agua a aquel tipo que parecía estar moribundo, como ya lo habíamos recogido, continué con mi trabajo, guiando al barco con el timón, pero me sobresalté cuando vi que el sargento gritaba a los hombres que se apartasen de él, para cuando giré la cabeza ya había matado a dos compañeros, la imagen fue horrible, sus cuerpos yacían inertes en el suelo del barco, empapados en sangre y Santiago se había librado por poco de correr el mismo destino. Al presenciar aquello entré en un estado de rabia y énfasis y salté desde la zona del timón barandilla abajo hasta llegar a la cubierta con los demás, desenvainé mi katana y tiré su vaina al suelo, antes de que pudiese rebotar contra la madera, ya había saltado hacia el pirata empuñando la katana con ambas manos, mientras gritaba: -Cabroooon vas a pagar por eso.-para darle un corte directo en diagonal que iría desde el hombro derecho hasta la cadera izquierda.

Qué diablos estaba pasando, repentinamente el náufrago ataco a los 2 marines que me ayudaron a subirlo a la nave y justo antes de que la hoja de su sable me cortara pude sentir como algo o alguien me jalaba, alejándome del peligro.

Mi mirada se pasó ligeramente sobre el tipo para luego mirar los cuerpos de los 2 marines inconscientemente deje escapar unas lágrimas y un escalofrió recorrió todo mi cuerpo pues la escena me recordó al día de la muerte de mi padre e incluso el sujeto tenía una risa parecida a la de aquella ocasión.
Trate desenfundar mi espada, pero mi cuerpo no me respondía, acaso estaba paralizado del miedo *¡No!, ¡vamos muévete con un demonio!*

Al ver a Lucian tratando de atacarlo comencé a tratar de forzar a mi cuerpo a que me respondiera.
Si el cuerpo me respondía desenvainaría mi espada para luego corre en dirección curveada  con la espada en alto (sujetando la empuñadura con las 2 mano) hacia el sujeto  para evitar chocar con Lucian y de esta forma realizar un corte descendente.

OFF ROL:

off-rol:

Estaba en estado de shock ... dos marines, ¡Dos marines a mi cargo habían muerto! y todo porque yo di la orden de subirle. Aun tenía sujeto a Santiago con mi técnica sombra atrapadora, Lucian tenía "cierta" habilidad que podía ayudarle pero no creo que ninguno de los presentes conociese a Reddas ... Desde antes de que yo entrase en la marine se había convertido en una prioridad por su elevada recompensa para el East Blue, deje de usar la técnica sobre Santiago y me puse delante de el.

-¡Lucian no te precipites!.- mire a los lados para ver al resto de la tripulación que estaban completamente paralizados por el miedo y la muerte de sus compañeros. -¡Alejaros! ¡Si no estáis en estado de pelear solo seréis una carga!- ordene al resto de la división .. ahora solo quedábamos Lucian, Santiago y yo.

Off-Rol (2):

Un marine salto con rabia sobre el pirata, este puso sus dos espadas encima de su hombre y logro protegerse sin mucha dificultad del ataque.

-¡Jajaja! Veo que al menos uno tiene agallas.- dijo mirando a los asustados marines. -Tranquilos, prometo mataros sin dolor.- dijo antes de saltar con sus dos espadas encima de su cabeza para hacer un tajo en vertical sobre Lucian.

El pirata se deshizo fácilmente de mi golpe, pero parecía demasiado confiado. Con un ágil movimiento saltó sobre mí para darme un corte, a lo que respondí colocándome de lado, con una mano sujetando la larga katana que ahora estaba apoyada en el suelo y con la otra, estirada al frente para que de pronto, la palma de mi mano se convirtiese en un duro escudo de hierro que medía casi como yo de alto y tenía una anchura considerable. Sus sables chocaron contra mi escudo y al hacerlo empujé para hacerle retroceder, al mismo tiempo salté yo hacia atrás para volver a la posición junto con el sargento y con un inmóvil Santiago. -Sargento, creo que podré distraerlo dándole e algo de combate, si ataca puedo defenderme de sus cortes, así tal vez puedas sujetarlo de su sombra.- Le dije en voz baja para que solo los tres lo escuchásemos.

El control sobre mi cuerpo había regresado, por lo que desenfunde mí rápidamente mi espada y antes de que corriera en dirección del sujeto, el sargento se colocó delante de mí, por lo que me quede quieto unos segundos y observe lo que pasaba antes de arrojarme al combate.

El ataque de lucían había sido evadido con facilidad y ahora el enemigo tenía la intención de contra-atacar, pero Lucian de alguna forma logró convertir la palma de su mano en una especie de escudo.

*Que cara…* Pensé al presenciar aquello.

Lucian retrocedió de un salto a donde nos encontrábamos el Sargento y yo, para luego mencionar algo acerca de distraer al enemigo mientras el sargento atrapaba su sombra.

*¿Escuche bien? Atrapar sus sombra, pero cómo… eso no importa ahora* Me acerque un poco más a Lucian sin dejar de mirar al tipo.

-Puedo ayudarte a distraerlo, si los 2 vamos lo más seguro es que solo ataque a uno y ese tal vez sea yo, dejándolo expuesto a tu ataque o al del sargento.-Le susurre seriamente con la espada en posición de ataque a la altura de mi boca cubriéndola con la hoja; esto principalmente para que no viera el moviente de mis labios.

Lucian me había sugerido atraparlo con mi sombra, así el y Santiago podrían atacarle sin problemas. Lucian estaba demostrando valentía al enfrentarse de esa manera pero también irresponsablemente y movido por la ira y eso no era bueno. Santiago era más prudente.

[Doppelman] Mi sombra se separo de mi cuerpo y se transformo en una copia mía de color negro.

-Bien, Kage no seisō.- mi sombra ya separada de mi se hizo algo más baja pero se alargaba por el suelo para agarrar la de Reddas pero ese salto poniendo su sombra fuera de mi alcance. -Maldición.- dije para mi mismo. Saque del bolsillo de mi chaleco táctico el kunai que usaba como cuchillo y mi sombra me imito haciendo lo mismo. -Bien chicos, ataquemos los 4 a mi señal y Lucian, ten cuidado de no caerte al mar.- sugerí puesto que el pirata estaba pegado a la barandilla. -¡Vamos!.- salte junto con mi sobra y ambos intentemos rasgar a Reddas con nuestros kunais, esperaba ser seguido por Lucian y Santiago.

El primer intento del sargento por agarrar la sombra de aquel pirata había sido fallido, pero entonces decidió pasar a la acción y atacarlo directamente junto con su sombra, atacando ambos con sus armas. -Esa habilidad le permite combatir mejor cuerpo a cuerpo, puede crear una situación de superioridad numérica si se enfrenta a un solo enemigo...pero hasta cuando durará.- Pensé mientras deshacía mi escudo y volvía a transformarse en mi mano, para así agarrar la larga katana con ambas manos y firmeza. -Sargento, te seguiremos.- Dije mientras echaba a correr detrás del sargento para apoyarle por si el rival trataba de defenderse. Salté hacia una de las paredes del barco y me impulsé en ella para cargar contra el pirata, el sargento había saltado así que yo lo atacaba por un flanco esperando la reacción de santiago.

El sargento invoco o no tengo idea de lo realizo, pero ahora si sombra se había materializado y ahora ambos se disponían a atacar al pirata.

Lucian corrió detrás del sargento para apoyarle en el combate, al parecer tenía planeado por unos de los flancos, por lo que la opción más lógica para mi seria atacar el otro flanco.

Yo también corrí vigilando la posición de mis compañeros para evitar chocar con ellos a la hora de atacar, sujetando la espada con las manos. Mi objetivo era su hombro, cuando estuviera cerca del perforaría la clavícula, para luego desenterrar el arma dándole una patada en la boca del estómago.

-No creeras que me ibas a atrapar con el mismo truco dos veces ¿verdad chico sombra?.- río después de esquivar la sombra de Shikamaru.

-Venga héroes de la marina, venid a por mi.- volvió a reír.

Cuando Shikamaru y su sombra se lanzaron sobre el pirata Reddas puso sus dos espadas para protegerse pero cuando se dio cuenta de que el chico del pelo blanco iba a atacarle dejo una de sus dos espadas para protegerse de Shikamaru y la sombra para usar la otra para defenderse del ataque de Lucian que paro también sin problemas.

-¡Jaja! Unos novatos no pueden con alguien como yo.- río nuevamente mientras mantenía a los 2 marines y la sombra de uno a raya. -¡Argh!.- grito de dolor y sin dejar de hacer fuerza para mantener a los marines a raya y vio que su hombro estaba sangrando, el marine de la gorra, el que se había escapado antes le había cortado, empujo con sus espadas y echo a los marines atrás. -¡Maldito mocoso! Te voy a despellejar.- gruño enfurecido mientras e ponía le mano derecha en el hombro izquierdo mal herido por Santiago.

Echo a correr hacía Santiago pero en vez de atacarle a el paso de largo y ataco al grupo de los marines que estaban paralizados por el miedo.

El que parase el ataque de Lucian con una sola mano y el mió y de mi sombra con la otra demostraba la fuerza de este tipo. Por suerte Santiago aprovecho y le rajo el hombro.

Empezó a provocar y vacilar sobre su fuerza pero luego juro venganza ante Santiago por haberle cortado, se dirigió hacía el corriendo. "Mierda" eche a correr aunque sabía que no llegaría a tiempo así que todo dependía de Santiago y de que supiese defenderse.

Ante todo pronostico no ataco a Santiago, paso de largo y ataco a los marines que se habían alejado.

La sangre salto ... mire mi hombro, encima de la axila ... Su espada me había atravesado por detrás. -A ... Alejaros.- dije a los marines aun con más miedo que antes a la vez que escupía algo de sangre.

Había llegado a tiempo para interponerme entre Reddas y uno de mis subordinados. -No te dejare que ... mates a mis hombres.- dije a Reddas que estaba a mis espalda con la mano en la espada que me había perforado desde atrás.

Solo esperaba que no me hubiese herido de gravedad y no desangrarme cuando me quitase la espada. Ahora solo podía esperar a que Santiago y Lucian atajasen el asunto porque dudaba mucho que yo pudiese seguir luchando ... Estaba debilitado y no podía mantener más a mi sombra por lo que se volvió a unir a mi.

Nuestro ataque conjunto tuvo éxito y Santiago al menos pudo herir a aquel tipo, cabreado, el pirata se lanzó contra Santiago, pero en vez de atacarlo, pasó de largo para atacar a los marines que se habían quedado parados. Al verlo intenté reaccionar pero cuando me quise dar cuenta el sargento se había interpuesto entre ambos recibiendo el golpe. -¡¡Sargento!!- grité mientras corría hacia ellos, el pirata era fuerte pero nosotros éramos tres y le íbamos a derrotar por nuestros compañeros caídos. Cuando estaba ya a media distancia con el pirata, solté una de las manos de la espada y la convertí en un escudo del mismo tamaño casi que yo y le lancé un potente corte con mi mano derecha a la altura de la cintura mientras con la otra mano le golpeaba con el escudo de hierro como si de un puñetazo se tratase.

Mi ataque había logrado rasgar el hombro del pirata, lo cual lo hizo enfadar y aparentemente se disponía a atacarme, pero paso de largo y trato de atacar a los marines que aún se encontraban en la cubierta.

El sargento rápidamente logro salvar la vida de uno de ellos utilizando su cuerpo como escudo.

-¡Sargento!-Grite casi al mismo tiempo que Lucian, para luego ver como se lanzaba nuevamente contra el enemigo.-Mierda, será mejor que acabemos con él rápido… ¡Eso es!-Corrí nuevamente hacia el enemigo con el arma lista-¡Lucian! ¡No olvides nuestro plan, ataca a sus piernas!- Esperaba que la mentira lograra confundir al enemigo sobre el próximo ataque de Lucian, e incluso para dar más credibilidad mi ataque realmente estaba destinado a sus piernas, pues intentaría realizar un corte por encima de las rodillas.

-¡Jaja! Eres patético chico sombra, sacrificarte por un marine con miedo ¡Jajaja!.- decía Reddas sin soltar la espada con la que había atravesado a Shikamaru.

Pudo notar que el chico del pelo blanco, Lucian, iba a por el, solo el mango de la espada que atravesaba al marine y con la otra fue a defenderse del ataque del otro marine pero este había convertido su mano en un enorme escudo. "Así que el también es usuario" . También observo que aparte del golpe iban a intentar rasgarle, dio prioridad a la espada y evito el ataque con espada pero el escudo le dio de lleno quitandole la respiración y dejándolo un poco aturdido, en ese momento Santiago ataco y le hizo una profunda raja encima de las rodillas por lo que el pirata callo al suelo sin poder levantarse.

-¡Argh! ¡Malditos! ¡Os voy a matar igual que al chico sombra!.- grito en el suelo con la cara en el suelo.